La iniciativa Canarias Importa II se orienta a que la universidad ponga su conocimiento al servicio de los problemas reales de las islas.
La iniciativa Canarias Importa II surge como continuidad natural de un trabajo previo impulsado desde el Consejo Social de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC). Así lo explica su vicepresidente y director del proyecto, Jesús León, quien recuerda que el origen de Canarias Importa se sitúa en el año 2020, en plena crisis provocada por la pandemia. Entonces, afirma, distintos sectores ofrecían soluciones al Gobierno de Canarias, pero casi todas llevaban aparejado un coste económico. Frente a ello, el Consejo Social entiende que «la universidad tiene que ofrecer conocimiento al servicio de los problemas que tiene Canarias, sin necesidad de un coste económico».
En aquella primera fase, el foco se puso en la diversificación económica, una cuestión de la que, según León, «llevamos 40 años hablando sin que se materialicen cambios reales». Sin embargo, ya entonces se detecta un problema de fondo que atraviesa toda la realidad canaria: los elevados índices de pobreza y exclusión social, que no descienden del entorno del 30%. Canarias Importa II nace, precisamente, para abordar de manera específica ese desafío.
Pobreza estructural y necesidad de ser «disruptivos»
León sostiene que Canarias arrastra «un problema estructural» en materia de bienestar social y que los datos lo confirman año tras año. Recuerda que la última tasa AROPE sitúa a Canarias en torno al 34% de población en riesgo de pobreza o exclusión, una cifra que considera inasumible. De ahí que insista en la necesidad de «ser disruptivos», una palabra que, subraya, ha guiado tanto Canarias Importa I como esta segunda entrega.
«Si llevamos tantos años con los mismos índices y no bajamos, es que lo que estamos haciendo hay que repensarlo», afirma. A su juicio, los parches ya no sirven y es necesario plantear un modelo alternativo, centrado en la persona, en la equidad y en la igualdad. El documento, ya finalizado y aprobado por el Consejo Social, recoge ese planteamiento y formula propuestas concretas, a corto, medio y largo plazo, con un enfoque integral.
Un trabajo colectivo y conectado por ejes
Una de las características que destaca León es que Canarias Importa II se estructura en varios ejes de trabajo —nueve en total— que no funcionan de manera aislada. «Todos están interconectados», explica, de modo que las acciones propuestas en uno influyen y se relacionan con los demás. Esa visión transversal es, en su opinión, una de las claves del proyecto.
La responsable de uno de esos ejes, Natascha García, señala que su ámbito de trabajo se centra en las llamadas «comunidades amables» y, en particular, en los cuidados de larga duración. «Hablamos de poner el foco en las personas que necesitan apoyo a largo plazo», afirma, refiriéndose a mayores, personas con discapacidad, personas con enfermedades crónicas, jóvenes en el sistema de protección y personas en situación de exclusión social prolongada.
El reto de los cuidados y la soledad
García subraya que Canarias presenta una realidad especialmente compleja en este ámbito. Señala que es una de las comunidades con mayor número de personas con discapacidad y que el envejecimiento de la población es cada vez más significativo. A ello se suma un fenómeno creciente de soledad, tanto en personas mayores como en personas con discapacidad que viven solas.
Ante este escenario, el eje que coordina no se limita a un diagnóstico, sino que plantea propuestas con una «orientación diferenciadora». Defiende la necesidad de dignificar los cuidados, dar valor a quienes cuidan y apostar por apoyos que se presten en los entornos habituales de las personas. «No aislar, no segregar en residencias, no despersonalizar», resume, sino personalizar los servicios desde la proximidad y la coordinación entre recursos.
Dignidad, equidad y derechos en el centro
Para García, muchas de las propuestas parten del sentido común y de una lógica ética clara. Sostiene que el bienestar no es fortuito ni depende únicamente de que la economía vaya bien, sino que está vinculado al fortalecimiento de los derechos y de la justicia social. «Ponemos el foco en la persona, en la dignidad, y situamos los valores éticos por encima de todo», afirma.
En ese marco, Canarias Importa II plantea incluso la necesidad de un pacto integral contra la pobreza, al entender que se trata de un problema estructural que no puede abordarse con medidas fragmentadas. Recuerda que más de un tercio de la población canaria vive en riesgo de pobreza y que, en el caso de los menores, el porcentaje se aproxima al 50%, con un claro sesgo de género que afecta especialmente a las mujeres y a las familias monoparentales.
La coordinación general y una mirada de conjunto
El coordinador de la iniciativa, Francisco Rubio Royo, destaca la facilidad con la que se ha desarrollado el trabajo, gracias al alto nivel de las personas participantes. Afirma que en esta segunda fase se ha reforzado una visión más amplia, que abarca a todo el Archipiélago, y señala que el siguiente paso será explicar el proyecto en los distintos sectores de Canarias para que pueda servir de base a quienes tienen capacidad de decisión.
Rubio Royo coincide en identificar la pobreza estructural como el dato más alarmante y añade un problema que se agrava especialmente entre la población joven: el acceso a la vivienda. «Hay jóvenes que trabajan y, aun así, no pueden pagar alquileres que están fuera de su alcance», afirma, describiendo un fenómeno que, aunque no exclusivo de Canarias, tiene aquí un impacto especialmente severo.
Vivienda, juventud y salud mental
El coordinador también pone el acento en las consecuencias sociales de esta situación, entre ellas el deterioro de la salud mental de la juventud. Advierte de que muchos jóvenes buscan respuestas en soluciones tecnológicas o plataformas digitales que no sustituyen la atención personalizada que requiere cada caso. Para Rubio Royo, estos factores refuerzan la idea de que el problema es complejo y exige respuestas coordinadas.
Pese a la gravedad del diagnóstico, mantiene una actitud de confianza. Afirma que es necesario creer que la situación puede mejorar y que debe mejorar, aunque reconoce la dificultad de poner en marcha soluciones efectivas cuando no existe consenso suficiente para abordar cuestiones como la construcción de vivienda asequible.
Un documento riguroso y de acceso público
León anuncia que el informe completo, de más de doscientas páginas, se hará público en cuanto se complete el trámite de depósito legal e ISBN. El documento incluirá tanto un resumen ejecutivo como el desarrollo íntegro de los ejes y las propuestas. Subraya que se trata de un trabajo elaborado con rigor y que no quiere quedar como una iniciativa anecdótica, sino como una base sólida para el debate público.
Destaca, además, que las 35 personas que han participado en Canarias Importa II lo han hecho de forma altruista, dedicando meses y muchas horas de trabajo. Para él, ese compromiso demuestra que «todavía hay gente que sigue batallando para que Canarias sea mejor para todos».
Abrir el debate y pasar a la acción
El objetivo final de la iniciativa, según sus impulsores, no es solo diagnosticar, sino abrir una discusión social amplia y aportar alternativas viables. León Lima insiste en que las propuestas no son aisladas ni teóricas, sino pragmáticas y comprensibles, pensadas para materializarse si existe voluntad política y social.
Con la publicación del informe, Canarias Importa II aspira a convertirse en una herramienta al servicio de la ciudadanía y de las instituciones, un punto de partida para repensar el modelo de bienestar en el Archipiélago y avanzar hacia una sociedad más justa, equitativa y cohesionada.