Miguel Ángel Déniz, presidente del consejo territorial de la ONCE en Canarias, recuerda que un mundo accesible "beneficia a todos".
Uno de los efectos menos visibles de la pandemia de la covid-19 es el freno que ha producido sobre el desarrollo de algunos programas gubernamentales, como el de la eliminación de las múltiples barreras aún existentes para las personas que sufren alguna discapacidad.
El presidente del consejo territorial de la ONCE en Canarias, Miguel Ángel Déniz, señala que, al inicio de la pandemia, los esfuerzos de la organización se dirigieron a garantizar la salud y atender las necesidades de los afiliados ante la caída de muchas de las redes de apoyo.
Recuerda que fue la primera vez en 72 años que tuvieron que abandonar la calle, a la que volvieron en el mes de junio, donde pudieron comprobar las múltiples muestras de cariño y solidaridad por parte de la ciudadanía y la sinergia creada entre todos los estratos sociales. A este respecto, señala que si bien el incremento del espacio de las terrazas de bares y cafeterías ha dificultado el tránsito a las personas invidentes, “lo que toca es un ejercicio de solidaridad y de intentar salir de esta lo antes posible. Hay que fomentar la convivencia entre todas las partes y el equilibrio para que todos puedan salir lo mejor posible”.
Cambio de prioridades
Déniz señala que el 2020 ha sido un año de parón en el avance de los derechos de las personas con discapacidades porque “cambiaron las prioridades”. Afirma que siguen encontrando muchas barreras y dificultades y “de hacer cumplir un montón de derechos que ya están aprobados”. Recuerda que un mundo accesible beneficia a todos, “porque en cualquier momento nos podemos encontrar en una situación en que la necesitamos”. Y con la esperanza de vida en aumento “nadie estará exento de necesitarla”.
Afirma que se pone mucho el foco en la dimensión de dependencia de la Ley canaria de Dependencia, y se habla poco de la discapacidad y de la autonomía personal, “que son elementos preventivos de la dependencia”. Señala que, en cualquier caso, en los últimos treinta o cuarenta años se ha avanzado mucho gracias a las asociaciones y fundaciones, entre ellas la ONCE.