Orlando Luján: «La condonación de la deuda empeora la posición de los canarios»

➤ «Lo llaman condonar., pero yo lo veo más como una reasignación» ➤ «El límite al importe de la deuda máxima que se puede condonar solo se le aplica a Canarias» ➤ «Tenemos que ocuparnos de la situación económica actual, pero quizás no preocuparnos»

La «condonación» de la deuda autonómica que el Gobierno central ofrece a las comunidades no es tal, sino una mera redistribución que, en el caso de Canarias, termina empeorando la posición de sus ciudadanos como deudores. Así lo sostiene el secretario general de la Asociación Española de Asesores Fiscales y socio-director de Luján Asesores, Orlando Luján, quien explica que el mecanismo traslada parte del pasivo desde el “préstamo” de la comunidad al “préstamo” del Estado, pero la cuota que corresponde a los canarios en ese nuevo reparto resulta mayor que la supuestamente perdonada. «Lo llaman condonar. Yo creo que es una reasignación», afirma, antes de resumir el balance: «Nos da que pasamos a deber más dinero que lo que debíamos antes». 

Reasignación de deuda, no condonación

Luján detalla que el esquema gubernamental reparte 83.200 millones de deuda y, al hacerlo, sustituye la lógica previa —cada territorio responde por lo que gastó— por otra de “recolocación” del pasivo entre todas las comunidades y la Administración central. En la práctica, expone, Canarias ve cómo se “borra” una parte de su deuda autonómica, pero pasa a participar en una deuda estatal mayor según su población ajustada; el saldo final, insiste, es negativo para las islas. «Exactamente. O sea, no nos quitan nada», dice para despejar equívocos. 

El REF no se toca y el tope del 50% penaliza solo a Canarias

El secretario general de AEDAF subraya que el borrador normativo incurre en un segundo error: incorpora al cómputo los recursos del Régimen Económico y Fiscal (REF), en vez de aislarlos «como exige nuestro sector». «Están haciendo trampa (…) porque nos ponen un límite», sostiene, y alerta de una tercera distorsión: «Se establece en esta norma que hay un límite al importe de la deuda máxima que se puede condonar o resignar a una comunidad autónoma del 50%. Y ese límite solo se le aplica a Canarias». A su juicio, mezclar el REF —un marco específico para compensar la lejanía y la insularidad— con una operación de reasignación de pasivos desvirtúa el equilibrio del sistema y perjudica singularmente a las islas. 

Turismo como motor y horizonte de incertidumbre

En paralelo al debate fiscal, Luján toma el pulso a la coyuntura: asegura que el principal motor de la economía canaria, el turismo, «está caminando adecuadamente con buenas ocupaciones» y precios firmes. Admite «algunas nubes en el horizonte» por la debilidad de economías emisoras —Francia, Alemania o Reino Unido— y por el efecto indirecto de los aranceles, aunque cree que su impacto directo en España «va a ser pequeño» y, en Canarias, «aún menor». Por culturas de consumo, prevé que los alemanes «se aprieten algún punto del cinturón», mientras que los británicos han demostrado ser más persistentes como turistas incluso en periodos difíciles. Su conclusión operativa es prudente: «Tenemos que ocuparnos pero quizás no preocuparnos». 

Bolsa, tipos, prima de riesgo y calificación: por qué España atrae capital

Interpelado por el rally de la bolsa española, Luján lo relaciona con varios factores más allá de la economía “real”: menor impacto de la política arancelaria en España frente a otros países europeos, y una caída de los tipos oficiales del BCE que empuja a los ahorradores desde los depósitos hacia la renta variable y los fondos. 

Añade dos piezas que refuerzan la confianza: la prima de riesgo en torno a 53-54 puntos y la mejora de la calificación de España por Fitch «de A a A+», todo ello con un endeudamiento sobre PIB en descenso más por crecimiento que por recortes. Resultado: el Estado puede refinanciarse a menor coste y España se percibe como un mercado relativamente más seguro. «La bolsa (…) se ve alimentada por aquellos que quieren darle rentabilidad a su dinero», resume. 

Polarización política con efecto acotado en la economía

Luján no esquiva el clima político: «Vivimos una situación convulsa (…) una polarización tremenda». Sin embargo, sitúa su impacto en la actividad en un plano «relativamente pequeño» frente a los grandes vectores económicos. «Estamos con un gobierno que cada vez se va más hacia la izquierda radical y, sin embargo, (…) la economía que tenemos en nuestro país es una economía liberal», sostiene, recordando que, aunque ciertas medidas —como las restricciones al alquiler o los desahucios— afectan a sectores concretos, el conjunto del sistema sigue siendo de mercado y la correlación entre política y ciclo es limitada. 

Los aranceles: “pan para hoy” e inflación mañana

Sobre la estrategia arancelaria de Estados Unidos, Luján ve posibles “réditos” a corto plazo por la protección de industrias internas, pero advierte del peaje posterior: «La autarquía nunca es el modelo que mejora la eficiencia», dice. En el medio plazo, la menor presión competitiva desincentiva la productividad y encarece las importaciones, lo que se traduce en inflación que pagan los ciudadanos. Por eso, concluye, el balance para la economía estadounidense «no creo que sea beneficiosa en el medio plazo». 

Rigor metodológico y defensa del marco propio

Con todo, la prioridad que Orlando Luján plantea para Canarias es metodológica y de equidad: llamar a las cosas por su nombre —no hay condonación, sino reasignación—, blindar el REF en el cálculo y suprimir un tope del 50% que solo se aplica a las islas. De lo contrario, el archipiélago asume una porción mayor de deuda estatal de la que se le descuenta en la autonómica y queda objetivamente peor posicionado: «Nos da que pasamos a deber más dinero que lo que debíamos antes», insiste. Un diagnóstico que invita a un debate informado, con números transparentes y reglas iguales para todos.