Miguel Ángel Ramírez: «Si quieres ser algo más que un equipo ascensor, tienes que ser una gran corporación»

➤ «Gestionar el club en función de los resultados es muy complicado, no le das estabilidad» ➤ «Tenemos un business plan para gestionar el Estadio de Gran Canaria y sabemos cómo se puede llevar a cabo esa gestión» ➤ «Vamos invertir unos siete millones en la reforma del palacete de Eufemiano Fuentes»

Miguel Ángel Ramírez, presidente de la Unión Deportiva Las Palmas, insiste en que el club solo puede consolidarse en la élite si se comporta como una «gran corporación» capaz de generar recursos más allá de los resultados deportivos. Mientras el equipo sorprende en los puestos altos de la clasificación, Ramírez detalla un ambicioso plan de diversificación económica que pasa por la compra y reconversión del palacete de Eufemiano Fuentes, la explotación del Estadio de Gran Canaria como gran centro de espectáculos del archipiélago y nuevas líneas de negocio vinculadas al patrocinio y la distribución comercial. Todo ello, subraya, sin perder la seña de identidad del club: cantera, moderación y gestión estable.

Un equipo que trabaja en bloque y un objetivo: los 50 puntos

Ramírez reconoce que el arranque de temporada supera las expectativas externas, pero pide cautela. Recuerda que muchos veían este curso como «un año de tránsito» y que el campeonato apenas va por su primer tercio. Por eso repite que el primer objetivo es «tratar de conseguir los 50 puntos» que permitan consolidar la categoría y, a partir de ahí, soñar con metas mayores.

El presidente destaca el estilo del equipo, al que describe como un bloque solidario en el esfuerzo: jugadores de ataque que presionan y ayudan en defensa, centrocampistas que «suben y bajan» y una línea de atrás «muy rigurosa» que apenas se despista. Explica que «es un equipo que defiende en bloque, y que trata de atacar en bloque» y atribuye buena parte del mérito al entrenador, un técnico con poca experiencia en la categoría pero que, dice, «se ajusta a nuestra filosofía, a nuestra cultura, a nuestro modo de ver el fútbol» y con el que considera que han acertado de pleno.

En ese contexto, sitúa la labor de la dirección deportiva. Ramírez subraya que el director deportivo, Luis Helguera, trabaja con una red de ojeadores coordinada desde el club y que este año «no ha habido ninguno que no esté a la altura» entre los fichajes, algo que califica de poco frecuente en el fútbol profesional. Aun así, insiste en que el éxito pasa por mantener los pies en el suelo y asumir que las lesiones o rachas negativas pueden cambiar el panorama «de una semana para otra».

El palacete de Eufemiano Fuentes 

Uno de los proyectos más llamativos que describe el presidente es la compra del histórico chalet de Eufemiano Fuentes en La Angostura, en el municipio de Santa Brígida. Ramírez define la propiedad como «una auténtica mansión, posiblemente de la más importante que exista en el archipiélago», construida en los años sesenta con materiales de alta calidad que, asegura, se conservan intactos. Se trata de una finca de aproximadamente 40.000 metros cuadrados, con una gran extensión llana, jardines y zonas de cultivo.

El plan del club pasa por reconvertir el conjunto en un pequeño hotel–residencia para el primer equipo, con espacio para concentraciones previas a los partidos y un campo de entrenamiento propio en la finca. Además, quieren recuperar las zonas agrícolas y los jardines para organizar eventos sociales: bodas, presentaciones y celebraciones diversas. Ramírez concreta que «vamos a invertir en torno a seis, siete millones de euros en finalizar aquello» y calcula que la operación completa, incluyendo la compra, no debería superar los diez millones.

El proyecto incluye también un restaurante abierto al público, que se encargará del catering de los eventos, y una explotación hotelera flexible que permitirá alojar a invitados los fines de semana en que el equipo no utilice la residencia. El presidente define esta apuesta como «una gran oportunidad» y «un activo importante para el club», convencido de que la combinación de uso deportivo y actividades económicas generará ingresos recurrentes y reforzará la marca de la UD Las Palmas.

Nuevas líneas de negocio para un club «gran empresa»

Ramírez insiste en que el futuro del fútbol profesional pasa por convertirse en una estructura empresarial robusta. La operación del palacete se suma a otras líneas de negocio ya en marcha, como la alianza con una marca de cerveza y la distribución de Jumel, patrocinador técnico de la ropa del club. Explica que «no solo Jumel es el patrocinador de la Unión Deportiva de Las Palmas como sponsor técnico de la ropa, sino que tenemos la distribución de Jumel y entonces tenemos otra línea de negocios», lo que permite aumentar los ingresos más allá de los contratos publicitarios tradicionales.

En esa estrategia encaja también la aspiración del club de gestionar directamente el Estadio de Gran Canaria. Ramírez considera que no tiene sentido disponer de una instalación de alto coste para abrirla solo cada quince días durante dos horas de partido más las actividades previas. Defiende que, al igual que sucede en grandes estadios europeos, el recinto debe acoger otros espectáculos y actividades comerciales: conciertos masivos, ferias, áreas comerciales en el entorno y eventos que conviertan el estadio en «el referente del espectáculo en Canarias».

El presidente asegura que el club cuenta con un plan de negocio detallado para esa explotación y afirma: «porque tenemos un business plan, sabemos cómo se puede llevar a cabo esa gestión y lo que redunda todo eso es en inversión o en resultados económicos positivos para el club». Cita como ejemplo el caso de la Real Sociedad y la transformación de Anoeta en un campo modernizado que genera ingresos importantes y ha permitido al club donostiarra consolidarse en competiciones europeas.

El fútbol global: estadios, fondos de inversión y la brecha con la Premier

Desde esa perspectiva empresarial, Ramírez reflexiona sobre las grandes operaciones que marcan el fútbol internacional. Al analizar la entrada del fondo Apolo en el Atlético de Madrid, subraya que la clave no es solo el accionariado deportivo, sino la importante operación inmobiliaria asociada al entorno del estadio, con la construcción de zonas residenciales, comerciales e incluso una playa artificial. A su juicio, «lo que hay detrás realmente no es el equipo de fútbol, es la operación inmobiliaria» y ahí reside buena parte del valor que atrae a los inversores.

También comenta la estrategia del Real Madrid, que quiere poner a la venta un 10% de su capital para captar en torno a mil millones de euros y seguir manteniendo su posición de club de referencia mundial. Ramírez interpreta estos movimientos como un signo de que «con lo que día a día tienen no pueden seguir manteniendo el nivel de club» y que la capitalización de la marca es ya una necesidad para los grandes.

En cuanto a la pugna entre la Premier League y La Liga, reconoce que la competición inglesa «ingresa muchísimo más dinero» por derechos de televisión y que lleva más años consolidada en el mercado internacional. Detalla que incluso un club de Segunda de la Premier puede recibir «50 o 60 millones» de media por temporada, mientras que la UD Las Palmas aspiraría a unos 40 millones en Primera. Aun así, defiende la competitividad del fútbol español en Europa y recuerda que los equipos de La Liga siguen figurando entre los mejores en Champions y Europa League, aunque admite que «cada vez nos cuesta más».

Cantera, referentes históricos y fútbol femenino

Ramírez reivindica la tradición formativa de la UD Las Palmas como parte esencial del proyecto. Afirma que el club es reconocido a nivel nacional por sacar buenos futbolistas de cantera y cita el caso de Pedri como una excepción que, dice, «sale cada 20 años». Compara esa figura con la de Germán Dévora, al que recuerda como el mejor jugador de la historia del club y como alguien que, en su época, cargó con el peso del equipo tanto en el campo como en la estructura del club.

El presidente también se muestra partidario de consolidar el fútbol femenino bajo la bandera amarilla. Recuerda que el club ya tuvo un equipo femenino en Primera División durante dos temporadas y atribuye su desaparición a la falta de instalaciones suficientes. Explica que están a la espera de que las inversiones vinculadas al Mundial y a la remodelación del Estadio de Gran Canaria permitan crear una nueva ciudad deportiva anexa, con más campos de fútbol que faciliten el retorno de un equipo femenino propio. Subraya que «en Canarias, en general, hay mucha afición al fútbol femenino» y que la UD Las Palmas, como referente del fútbol canario, «también tendrá que hacerlo en el fútbol femenino».

«Gestionar el club de forma ajena a si el balón entra o no entra»

Tras más de dos décadas al frente de la UD Las Palmas, Ramírez reivindica un modelo de gestión que no dependa únicamente del resultado del último partido. Afirma: «esta es mi temporada número 21, de gestionar el club de forma ajena, si el balón entra o no entra, porque gestionar el club en función de los resultados es muy complicado, no le das estabilidad». Frente a la volatilidad del fútbol, defiende la necesidad de un plan a largo plazo, una estructura profesional y una diversificación de ingresos que permita soportar los inevitables altibajos deportivos.

Reconoce que los resultados de la UD Las Palmas influyen profundamente en el estado de ánimo de la afición, pero insiste en que su papel es mantener la calma, planificar y evitar promesas grandilocuentes: primero, alcanzar los 50 puntos; después, ver hasta dónde puede llegar un proyecto que aspira a dejar atrás la etiqueta de «equipo ascensor» para convertirse en una «gran corporación» estable y competitiva en el fútbol del siglo XXI.