Los canarios sufren un infarto cuatro años antes que los peninsulares

Antonio Cabrera de León, director del área de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de La Laguna, señala que la causa es la peor salud de los canarios.

Un estudio con 416.0000 pacientes ingresados por infarto en España entre los años 2007 y 2014, de los que 16.000 eran canarios, muestra que los insulares sufren su primer infarto casi cinco años antes que los peninsulares. Así, si un peninsular lo sufre de media a los 78,4 años, el canario lo padece a los 74 años, lo cual obedece a "las peores condiciones de salud de nuestra población".

Efectivamente, señala Cabrera, estos datos son atribuibles a la mala salud general de la población, a la prevalencia de la obesidad, la diabetes, los hábitos de vida no saludable y la pobreza. A eso se añade el mayor consumo de tabaco y cocaína en Canarias. Incluso, "hablando de todas las enfermedades en su conjunto, los canarios morimos tres años antes que el resto de los españoles".

Cabrera señala que la asociación entre pobreza e infarto está muy estudiada en todo el mundo: "Tenemos un problema y es un problema importante, del que tenemos que ocuparnos". A su juicio, lo que hay que procurar es que la sociedad "salga de la pobreza mejorando los salarios" y proporcionar una buena educación en salud.

Considera que la obesidad infantil se debe abordar de manera multifactorial y desafía "a cualquiera a que vaya un colegio privado, donde va a encontrar pocos obsesos, y que vaya a un colegio público de un barrio depauperado". A este respecto, aplaude la apertura de los comedores escolares también durante el verano y la prohibición de la venta de bollería en los colegios. Señala que si bien las multinacionales son muy poderosas, "los gobiernos deben trabajar para las poblaciones". Y así, recuerda, ya se han prohibido los anuncios de tabaco.

El especialista se felicita de que la Consejería de Sanidad del Gobierno canario haya firmado el Código Infarto, un protocolo que ha permitido añadir más cardiólogos y recursos al sistema sanitario, "lo que va a mejorar nuestras estadísticas de mortalidad en las personas que ingresan por infarto".