La vida rural, entre la incertidumbre y el contacto con la naturaleza

Cultivos de Eric Ramírez en La Aldea | Foto: Eric Ramírez

Cultivos de Eric Ramírez en La Aldea | Foto: Eric Ramírez

Eric Ramírez, joven agricultor en La Aldea, afirma que la actividad es muy sacrificada, «pero con esfuerzo se saca para vivir».

Eric Ramírez, joven agricultor en La Aldea, afirma que la actividad rural es muy sacrificada, «pero con esfuerzo se saca para vivir». A sus 33 años, se dedica al cultivo del melón, una producción  menos intensiva en mano de obra que otros frutos y hortalizas. 

Considera que las ayudas que presta el Gobierno canario son imprescindibles para poder llevar a cabo la actividad, por lo que puede dedicarse exclusivamente a esta actividad, con base en el melón, «pero siempre haciendo pruebas para ver cómo se desarrollan otras hortalizas». Afirma que la zona de La Aldea, en la que está ubicada su finca, es apropiada para aquellos cultivos que requieren de más sombra.

Sacar para vivir

Asegura que lo que le atrae del campo es el contacto con la naturaleza, «la tranquilidad y evitar el ajetreo». No obstante, reconoce que es duro vivir en la permanente incertidumbre «de saber si te va a salir la cosecha y a qué precio se va a vender, pero si se trabaja se puede sacar para vivir».

Conocerlo y adaptarse

Señala que, entre sus amigos, el trabajo en el campo no está bien visto, porque es una actividad muy física, «pero te acostumbras» Afirma que lo mejor para los jóvenes es que lo prueben y vean si se pueden adaptar. Considera que es un plus que hayas nacido en ese entorno y conozcas el trabajo.