La historiadora del arte y guía cultural Elisa Falcón reivindica la necesidad de revisar el relato patrimonial desde una perspectiva de género para «visibilizar a las que siempre estuvieron ahí»
La historiadora del arte y guía cultural Elisa Falcón reivindica la necesidad de revisar el relato patrimonial desde una perspectiva de género para «visibilizar a las mujeres que siempre estuvieron ahí» y cuyo rastro fue ocultado por siglos de narrativa parcial. Desde su proyecto Localiando —que desarrolla junto a la gestora cultural Luz Velar— impulsa rutas, actividades educativas y propuestas divulgativas que buscan conectar a la ciudadanía con la memoria femenina de La Laguna, especialmente en un año marcado por el 25º aniversario de la declaración de la ciudad como Patrimonio Mundial.
El origen de una vocación y un proyecto divulgativo
Falcón relata que su vocación nace en COU, cuando un profesor del Cabrera Pinto «le inocula la pasión» por la historia del arte y la anima a estudiar una disciplina que finalmente cursa entre La Laguna y Granada. Hoy compagina la investigación con la divulgación y el trabajo como guía oficial de turismo. Su proyecto Localiando, explica, se dedica a «visitas guiadas, rutas y actividades culturales» que han logrado consolidarse tras años de reinvención profesional. «Hemos tenido mucha suerte», afirma, porque poder vivir del arte «es un privilegio».
Perspectiva de género: no es cuestión de ausencia, sino de visibilidad
La historiadora sostiene que la revisión feminista del patrimonio sigue siendo imprescindible: «Todavía no tenemos integrado del todo el virus de la igualdad», resume. Subraya que el problema no es la falta de mujeres relevantes en la historia, «sino la falta de visibilidad», porque sus aportaciones no fueron recogidas con el mismo rigor que las de los hombres. Ese vacío histórico —afirma— obliga a «buscar, revisar y reinterpretar» para recuperar a científicas, artistas, religiosas y profesionales que fueron decisivas en sus ámbitos.
«La Laguna con Voz de Mujer»: conectar patrimonio y memoria femenina
Durante el mes de noviembre, Localiando desarrolló la ruta «La Laguna con Voz de Mujer», vinculada tanto al aniversario de la declaración de Patrimonio Mundial como al Día Internacional contra la Violencia de Género. La actividad combinó visitas para estudiantes de secundaria con recorridos abiertos al público los fines de semana. El objetivo era «poner en conexión el patrimonio de la ciudad con mujeres y colectivos femeninos que tuvieron relación con él», una línea de trabajo que llevan varios años desarrollando con el apoyo de las áreas de Patrimonio Cultural e Igualdad del Ayuntamiento.
Conventos de clausura: deshacer prejuicios y comprender su papel social
Uno de los bloques más valorados del recorrido se centra en los conventos de clausura, espacios sobre los que, según Falcón, persisten «mucho desconocimiento y mucho prejuicio». Destaca que hoy siguen activos dos de los tres que permanecen en Tenerife y que comprender su función histórica permite desmontar ideas simplificadoras. «Los conventos eran una transposición del orden social exterior», explica: convivían mujeres de distintos estratos, se educaba a niñas y se cumplían funciones comunitarias. El contraste con la actualidad —donde todas las hermanas comparten el mismo estatus— sirve para entender cómo ha evolucionado la vida religiosa femenina.
La esclavitud del Cristo: una cofradía que nació siendo mixta
Uno de los momentos más llamativos de la entrevista surge cuando se aborda el debate histórico y jurídico sobre la Hermandad de la Esclavitud del Cristo de La Laguna. Basándose en estudios de expertos como Carlos Rodríguez Morales, Falcón recuerda que «originalmente lo que hubo fue una cofradía integrada tanto por hombres como por mujeres», formada por vecinos y vecinas que rendían culto a la imagen desde el siglo XVI. Con el tiempo, señala, estas organizaciones sufrieron procesos de exclusión femenina, especialmente en el misógino siglo XIX, lo que obliga a revisar el relato para comprender su evolución real.
Patrimonio oculto: museos, rejas restauradas y tesoros por descubrir
Falcón lamenta que espacios como el Museo de Arte Sacro del convento de las Claras no reciban la atención que merecen, a pesar de la calidad de sus colecciones. La entrada —«muy económica»— disuade a algunos visitantes, pero recuerda que el pago ayuda directamente a sostener a las religiosas, «trabajadoras autónomas» que se mantienen por sus propios medios. También destaca la restauración de la reja del coro del convento de las Catalinas, una obra integral de Cristóbal Hernández de Quintana cuya puesta en valor permitirá a la ciudadanía redescubrir un conjunto artístico excepcional.
Mujeres en clausura que trascendieron los muros
La historiadora reivindica a figuras como Sor María de Jesús o Sor Catalina de San Mateo, monjas de «velo blanco» cuya vocación y prestigio espiritual les otorgaron una relevancia social que traspasó los límites del convento. Algunas llegaron a influir en personajes ilustres, ejercer como consejeras y convertirse en referentes religiosos, intelectuales o políticos. Su caso demuestra, sostiene, que la clausura no fue para todas «un aparcadero de mujeres», sino un espacio desde el que pudieron desarrollar capacidades que habrían quedado invisibles en el exterior.
Elisa Falcón concluye que comprender la historia de La Laguna —ciudad Patrimonio de la Humanidad— exige incorporar estas miradas múltiples para que la ciudadanía pueda reconocerse en un relato más completo y más justo con quienes lo construyeron, también desde la sombra.