Canarias incrementa un 2,8% las donaciones de órganos en plena pandemia

Beatriz Domínguez-Gil, directora general de la Organización Nacional de Trasplantes, destaca el "enorme esfuerzo" del Servicio Canario de Salud para mantener el programa.

Canarias incrementó el número de donantes de órganos en un 2,8 por ciento durante el pasado año 2020, lo que supone, a juicio de la directora general de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Beatriz Domínguez Gil, un “enorme esfuerzo”. 

“Hay que poner en valor el enorme esfuerzo que ha hecho Canarias para mantener la actividad de donación, así como la estabilidad de trasplante renal y hepático y la puesta en escena de trasplante cardiaco con resultados espectaculares”, afirma Domínguez.

La responsable de la ONT señala que, como no podía ser de otra manera, el programa nacional de trasplantes se ha visto afectado por la pandemia, aunque los resultados del ejercicio superan “con creces” lo logrado en otros países en épocas no pandémicas. Señala que a partir del mes de junio del año pasado se alcanzó un buen ritmo, poniendo de relieve la solidez del programa “y la solidaridad de las personas”. 

Donación de médula

Apunta que las donaciones predominantes son las que proceden de personas fallecidas, siendo menos frecuente las donaciones en vida, como la de riñón o partes del hígado. El donante más frecuente suele fallecer por causas naturales, generalmente un accidente cerebro-vascular, en la sexta o séptima década de su vida, teniendo cada vez menor peso proporcional la figura del donante tras un accidente. 

La donación de médula también registra un balance muy positivo, con 240.000 personas registradas, 30.000 de ellas en el 2020, “lo que supone un resultado extraordinario”. Aún no tienen disponibles cifras sobre los procedimientos realizados en esta especialidad, aunque cree que por sus peculiaridades se verá menos afectado.

Negativa a las donaciones

Sobre la negativa a la donación de órganos, Domínguez afirma que la cifra ronda el catorce por ciento cuando se refiere a una negativa expresada en vida o a través de la familia porque tenían constancia de que el fallecido quería hacerlo. El 86% de las familias dice sí a la petición de donación.