El consejero de Medio Ambiente y Emergencias asegura también que el Cabildo de Gran Canaria “no es partidario de talar árboles”, pero la carretera a Tamadaba presentaba problemas de accesibilidad y seguridad.
“Aunque no lo pareciera, fue una carretera asfaltada que nunca tuvo mantenimiento”, ha aclarado el consejero de Medio Ambiente y Emergencias del Cabildo de Gran Canaria Miguel Ángel Rodríguez Sosa, después de que numerosos oyentes alertaran a El Espejo Canario de las obras que se están realizando en el tramo que va desde la intercepción con la carretera GC-216 (Cruz de Acusa-Casa forestal de Tamadaba) a la zona de acampada de los Llanos de la Mimbre (Tamadaba) en la zona centro de Gran Canaria.
Se trata de “una zona recreativa que se utiliza para autocaravanas y había muchas quejas” por su estado, por lo que el Cabildo “ha reasfaltado el acceso” que lleva hasta el antiguo albergue de Tamadaba “por seguridad”, dijo. Además, continuó, aprovechando las obras “hemos hecho unas canalizaciones para que las aguas no vuelvan a deteriorar la carretera” y se ha “ensanchado un poquito” los puntos en los que se estrechaba.
Sobre la tala de árboles que han denunciado los oyentes, Rodríguez indicó que “se han talado tres pinos antiguos pero no centenarios, y dos de repoblación”, aclarando que es una práctica común en las labores de “aclarado o apertura de cortafuegos” con las que se “permite el mejor crecimiento” de un árbol seleccionado o se evita la expansión de los incendios.
“Nosotros no somos partidarios de talar árboles, ni mucho menos”, alegó el consejero, quien recordó las “campañas de deforestación” que el Cabildo ha emprendido por toda la isla y se alegró de que “haya gente interesada en conservar el medio natural” aunque, a veces, haya que “compatibilizar usos para que la ciudadanía pueda disfrutar de forma ordenada” del mismo.
Sobre los materiales empleados para la repavimentación, reconoció que los técnicos le han dicho “que los hay mejores pero más caros”, además de que requerirían “un permiso de recalificación territorial” y el reasfaltado se dilataría en el tiempo “más de año y medio”. Rodríguez se comprometió, “a partir de ahora, a buscar dinero debajo de las piedras para evitar el asfalto” en las próximas obras a acometer.