‘Humanae’ llena la Casa Anchieta: «La diferencia es nuestro mayor patrimonio»

Angélica Dass en el set de El Espejo Canario en el Teatro Leal de La Laguna

Angélica Dass en el set de El Espejo Canario en el Teatro Leal de La Laguna

La artista brasileña Angélica Dass inaugura un proyecto fotográfico que reúne miles de retratos realizados en veinte países para cuestionar la clasificación racial

La artista brasileña Angélica Dass inaugura en La Laguna la exposición internacional «Humanae», un proyecto fotográfico que reúne miles de retratos realizados en veinte países para cuestionar la clasificación racial y reivindicar la diversidad humana. Lo hace en un espacio cargado de significado: la Casa Anchieta, sede patrimonial de la ciudad y lugar de memoria del jesuita lagunero José de Anchieta, figura esencial en la historia de Brasil. Dass, que vive desde hace dos décadas en España, asegura que inaugurar allí la muestra durante el 25º aniversario de La Laguna como Ciudad Patrimonio de la Humanidad es «un gran honor» que conecta directamente su historia personal con la del territorio. 

Un proyecto global para desmontar la idea de «raza»

«Humanae» nace del empeño por evidenciar que las categorías raciales tradicionales no describen la realidad humana. Dass explica que retrata a cada persona sobre un fondo cuyo color obtiene de un fragmento de su piel, codificado según una paleta cromática estandarizada. «Clasificamos seres humanos como blancos, negros o rojos, pero eso no es real», afirma. La sala se llena así de rostros diversos frente a fondos que demuestran que la humanidad se distribuye en matices infinitos, no en etiquetas rígidas. Para la artista, lo esencial no es borrar el color, sino «cambiar los adjetivos asociados a cada color», responsables de desigualdades persistentes. 

Patrimonio humano dentro del patrimonio arquitectónico

Dass destaca la fuerza simbólica de presentar la exposición en un edificio protegido. Considera que llenar la Casa Anchieta de rostros es «llenarla de patrimonio humano», recordando que los lugares solo tienen valor porque las personas los habitan y se reconocen en ellos. «Todo ese patrimonio vale porque estamos nosotros humanos aquí para hacerlo valer», resume. La muestra ofrece así una doble lectura: la histórica, vinculada al espacio; y la social, ligada a la diversidad que retrata Humanae. 

Retratos que no revelan origen ni estatus

El proyecto cuenta con 4.576 retratos realizados en veinte países y 39 ciudades. La artista explica que en la exposición «no sabes quién es rico o pobre, quién es migrante o no», porque su objetivo es «reivindicar lo que tenemos en común». Entre las personas retratadas hay canarios, aunque Dass aún no ha tomado fotografías en el archipiélago, algo que considera «pendiente». Su trabajo ha pasado por espacios tan distintos como la sede de la Unesco en París, escuelas de favelas brasileñas o instituciones culturales de Suiza, siempre con la misma voluntad: evidenciar la igualdad humana. 

Talleres para construir la identidad desde la infancia

La artista acompaña la exposición con talleres educativos para docentes, familias y niños. Explica que utiliza los colores primarios —rojo, azul, amarillo— junto al blanco y negro para que cada participante cree un autorretrato y «busque su propio color». La idea es enseñar que todos los tonos de piel pueden construirse con la misma base cromática, del mismo modo que todos los seres humanos compartimos un origen común. «Somos un animalito más en el planeta», recuerda, apelando a la humildad y a la unidad de la especie. 

Anchieta, un puente entre Canarias y Brasil

Dass considera que su presencia en la Casa Anchieta tiene también una dimensión simbólica. «Soy la brasileña que vino a España y él es el canario que se fue a Brasil», explica. Esa relación de ida y vuelta, asociada a los movimientos migratorios que marcan la historia humana, refuerza la coherencia entre su obra y los valores de Anchieta: educación, humanismo y respeto al otro. La artista ve en ese cruce de historias un diálogo natural entre su exposición y el relato patrimonial de La Laguna. 

La fotografía como herramienta contra los estereotipos

Dass recuerda que la imagen tiene un poder enorme en la formación de imaginarios sociales. Menciona el caso de National Geographic, que en 2018 publicó un editorial pidiendo disculpas por haber contribuido durante décadas a estereotipos raciales. «La fotografía sirve para hablar sobre nuestra sociedad», afirma, y defiende que quienes crean imágenes deben hacerlo con responsabilidad, conscientes de que esas representaciones influirán en generaciones futuras. Su objetivo es dejar un legado visual que refleje humanidad e igualdad, no jerarquías artificiales. 

Una muestra abierta hasta el 25 de enero

«Humanae» permanecerá en la Casa Anchieta hasta el 25 de enero. Después, las distintas instalaciones del proyecto seguirán viajando por el mundo: museos, encuentros internacionales, centros educativos y espacios públicos. Dass menciona, entre otros, una reciente instalación en el lago de Ginebra durante una cumbre de Naciones Unidas dedicada al mercurio o la presencia de la serie en el Museo de Historia Natural de Nueva York, donde sus retratos acompañan la sala dedicada al Homo sapiens. La artista asegura que volverá a Canarias para conocer la isla «más allá del camino entre La Mutua y Casa Anchieta» y para seguir compartiendo una obra que, afirma, «habla claro cuando el lenguaje verbal ya no alcanza».