La coordinadora de sostenibilidad de Hiperdino, Dara Sánchez, defiende una empresa solo puede ser realmente responsable si dispone de «un plan estratégico claro».
La coordinadora de sostenibilidad de Hiperdino, Dara Sánchez, defiende que «la sostenibilidad ha venido para quedarse» y sostiene que una empresa solo puede ser realmente responsable si dispone de «un plan estratégico claro», con ejes bien definidos, objetivos concretos y «unos indicadores para ir evolucionando año a año». Explica que la cadena canaria ha articulado su estrategia en torno a la sociedad y las personas, los productos y servicios sostenibles y el medioambiente y el clima, con el foco puesto en la alimentación saludable, el apoyo al kilómetro cero y la reducción de su huella de carbono.
Tres ejes y una demanda social creciente
Sánchez precisa que el primer eje «está enfocado a la sociedad y las personas», con «el compromiso total con las familias canarias y la sociedad», apoyado tanto en la Fundación DinoSol como en las políticas de recursos humanos de la empresa. El segundo se centra en «productos y servicios sostenibles», lo que implica «reforzar los productos ecológicos, visibilizarlos, seguir apoyando a los proveedores locales como ya hacemos, Producto Kilómetro Cero, toda esa parte de productos y servicios sostenibles». El tercero, añade, es el de «medioambiente y clima», ligado al cambio climático, la huella de carbono, los recursos hídricos y la gestión ambiental de la actividad diaria.
La coordinadora sostiene que esa apuesta ya no es una opción, sino una exigencia del entorno. «Ya esto lo demanda la sociedad, o se hace o te quedas fuera», afirma. Admite que «todavía el factor precio ante determinadas decisiones sigue pesando mucho» y que lo seguirá haciendo, pero observa un cambio de cultura: «A igualdad de precios elegimos opciones más responsables con el medioambiente», resume. Señala que «cada vez tenemos más información, cada vez tenemos más sensibilidad» y que incluso hay personas dispuestas a pagar «un poco más caro» por productos con menor impacto ambiental o más saludables.
Consumo responsable, salud y producto kilómetro cero
Sánchez vincula estrechamente la sostenibilidad con la salud. Recuerda que la pandemia de COVID «nos hizo ser mucho más conscientes de lo vulnerables que somos» y que «eso también es sostenibilidad: la alimentación saludable». Indica que los clientes se fijan más en «de dónde viene» cada alimento, en «esa famosa trazabilidad», en la composición de las latas o de los productos procesados, y recurren a aplicaciones móviles «para mirar qué componentes tienen, qué valor nutritivo tienen». Advierte de que «hay mucha más conciencia y mucha más información» y que muchos padres piensan en «el efecto que eso está teniendo en el desarrollo de algunas enfermedades» cuando eligen la cesta de la compra.
A la hora de definir el «consumo responsable», reconoce que «es difícil» hablar de un supermercado «puramente sostenible» porque intervienen demasiadas variables: desde si los productos son ecológicos y sin pesticidas hasta las condiciones laborales en origen, el tipo de energía utilizada en la producción o la calidad nutricional final. «Hay tantas cosas relacionadas que es muy difícil encontrar un producto 100% sostenible», admite. Por eso insiste en que «el producto local siempre es un acierto, kilómetro cero siempre es un acierto», así como optar por «lo que no está procesado directamente, lo que viene directamente de la tierra, del mar», que considera «garantía» para la salud y para el territorio.
Energía renovable y transición prudente en la flota
En el capítulo energético, Sánchez explica que Hiperdino cuenta con «un departamento de obras y mantenimiento que está todo el tiempo progresando en medidas de eficiencia energética». Entre ellas, cita «trece plantas fotovoltaicas» ya «instaladas y en funcionamiento» y «otras diez en proyecto». Cada nueva tienda conlleva «una revisión total de las cámaras frigoríficas, de los aires acondicionados, de los cierres de puertas», así como cambios en la iluminación y mejoras constantes de las instalaciones para «que todo sea cada vez más eficiente». Recuerda que «una de las maneras más eficientes de reducir tu huella de carbono es usar energía renovable», ya sea con instalaciones propias o «contratando energía renovable en origen».
En cuanto a la flota de vehículos, reconoce que la transición completa a lo eléctrico aún no es posible. Explica que «en una parte de nuestro equipo interno ya tenemos una flota híbrida y no la tenemos eléctrica, porque cuando hicimos pruebas no tenían autonomía suficiente para todos los kilómetros que hacen diariamente». A los problemas de autonomía se suma el precio y la disponibilidad de recambios. «Siempre estamos al acecho», afirma, convencida de que el mercado evolucionará, pero insiste en que hay que avanzar «piano, piano. O sea, vamos poquito a poco, con prudencia». «Ni se trata de arruinarse ni de perder eficiencia», resume, porque en sostenibilidad «siempre hay que ponerlo todo en una balanza y hacer lo que al final es más beneficioso en global».
Apoyo al producto local y retos regulatorios para 2026
Sánchez alerta de que debates europeos como el futuro de los fondos POSEI pueden tener un impacto directo en el producto local, la agricultura, la ganadería y la pesca en Canarias. Ante ese escenario, es tajante: «Nuestra apuesta en cualquier caso va a seguir siendo con los proveedores canarios», asegura. Recuerda que «solo en 2024 habíamos firmado 120 acuerdos más con agricultores en las islas» y defiende que «siempre los canarios por delante» es una consigna compartida en toda la organización. Colaborar con Hiperdino, sostiene, «es apostar directo o indirectamente por Canarias» porque «una colaboración no es solo para un establecimiento, sino 289» y las tiendas que la cadena sigue abriendo en Mallorca.
De cara a 2026, la coordinadora de sostenibilidad prevé un año intenso por la entrada en vigor de nuevas normativas europeas. Cita la EUDR, la ley de deforestación, que obliga a controlar «aquellos productos que pueden proceder de zonas deforestadas» —madera, soja, cacao, café— y a garantizar «que no proceden de zonas deforestadas» mediante un exhaustivo registro documental.
Señala que «nos está costando arrancar en Europa» porque se quiere articular a través de «una plataforma digital que ha tardado mucho en desarrollarse» y que los plazos se ralentizan al definir «quién tiene que dar qué información». Además, avanza que Hiperdino trabaja con «una comisión contra el desperdicio alimentario» que implica a múltiples áreas de la compañía y que seguirá impulsando proyectos de biodiversidad como Linsal, «a favor de la biodiversidad en Canarias», con comederos para aves y talleres escolares; y «Larga Vida a la Comida», que promueve en los colegios hábitos para reducir el desperdicio de alimentos.