La figura de Delegado de Protección es muy importante en el ámbito deportivo porque se convierte en un agente de prevención, detección y notificación
La celebración del Día Mundial de la Infancia este 20 de noviembre recuerda el compromiso internacional y nacional con los derechos de los menores, desde la histórica Declaración de 1959 hasta los avances legislativos actuales. En España, la LOPIVI ha marcado un antes y un después al fortalecer la prevención de la violencia y establecer medidas pioneras, como la figura del Delegado de Protección en el deporte, para asegurar entornos seguros y respetuosos en los que niños, niñas y adolescentes puedan desarrollarse plenamente.
En los últimos años, la legislación española ha incorporado importantes avances en la defensa de los derechos de las personas menores de edad. Así, la Ley Orgánica 8/2021, de 4 de junio, de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia (LOPIVI), tiene por objeto garantizar los derechos fundamentales de los niños, niñas y adolescentes a la integridad física, mental y moral ante cualquier situación de violencia, asegurando el libre desarrollo de su personalidad e implantando unas medidas de protección integral, que incluyan la concienciación, la prevención, la detección, la protección y la reparación del daño en todos los ámbitos en que se desarrolla su vida.
Asimismo, la entrada en vigor de esta ley, significó un cambio de paradigma, estableciendo un marco para la eliminación de la violencia e incorporando el concepto de buen trato y, de esta forma, respetar los derechos fundamentales de los menores, promover activamente los principios de derecho mutuo, dignidad del ser humano, convivencia democrática, solución pacífica de conflictos, derecho a igual protección de la ley, igualdad de oportunidades y prohibición de discriminación de los niños, niñas y adolescentes.
Además, un aspecto innovador que incorpora la LOPIVI es el capítulo específico dedicado al ámbito del deporte y señalando en el artículo 48, para todas aquellas entidades que realizan actividades deportivas con personas menores de edad, la obligatoriedad de una serie de medidas, entre las que destacan disponer de protocolos de protección frente a la violencia, formación específica para el personal que trabaje con menores y designación de un Delegado de Protección.
La figura de Delegado de Protección es muy importante en el ámbito deportivo, no solo porque mejora el canal de comunicación para actuar ante posibles situaciones de riego, maltrato o violencia, sino también porque se convierte en un agente de prevención, detección y notificación para garantizar entornos deportivos seguros que respeten los derechos de la infancia y promuevan un ambiente protector físico, psicológico y social, incluyendo el entorno digital.