➤ «Se incentivó una producción eléctrica sin que la demanda creciese» ➤ «¿No es increíble que después del apagón no haya habido ninguna dimisión?» ➤ «El verbo 'convocar elecciones' no lo va a conjugar nunca Pedro Sánchez»
Guillermo Mariscal, secretario tercero de la Mesa del congreso y diputado del PP, afirma que el cierre programado del parque nuclear español sería un error «económico, medioambiental y de seguridad» y sostiene que el Gobierno prepara ya una rectificación del calendario, empezando por Almaraz. Recuerda que el 1 de noviembre vence el plazo administrativo clave para la continuidad de esta central, «la primera de cierre según el plan de 2019», y augura una ampliación «hacia 2030 y luego hablarán de construcción de nueva central»: «Desde luego los 7 reactores que tiene España, cerrarlos, es un disparate», asegura.
El apagón del 28 de abril
Sobre el gran incidente eléctrico peninsular, el portavoz popular atribuye la caída a «una gestión inadecuada» con «falta de equilibrio entre fuentes síncronas y asíncronas» y sostiene que Red Eléctrica «no decidió modificar la planificación» tras averiarse un ciclo combinado la víspera. «A las 8 de la tarde ya colegimos lo que había ocurrido: un mal procedimiento del operador», dice, y critica que Moncloa sugiriese un «ciberataque». «¿No es increíble que después del apagón no haya habido ninguna dimisión?», se pregunta.
Mariscal cuestiona la continuidad de la actual presidencia de la compañía y reclama asunción de responsabilidades políticas tras el apagón. «La culpa es un tema religioso y penal. La responsabilidad política la asume uno mismo», afirma, y da por hecho que «después de 2027» habrá relevo. «¿Cómo es posible que nadie…?», insiste, al hilo de su crítica por la ausencia de dimisiones tras la caída del sistema.
Más gas y más coste en la factura
Mariscal sostiene que, tras el 28 de abril, «cambió de forma radical el mix»: «más nuclear y más gas», y, sobre todo, «más servicios de ajuste», lo que «incrementa la factura». Advierte de la dependencia exterior: «En España no hay gas; hay que importarlo». Señala a Rusia como «tercer proveedor» y cifra en «950 millones de euros» los pagos en lo que va de año, mientras Estados Unidos «gana doblemente» vendiendo GNL extraído con fracking. «Imagínese la cantidad de gas que vamos a tener que empezar a comprar con el cierre nuclear», remata.
Renovables, oferta sobrada y demanda estancada
El diputado describe un desfase: «Se incentivó una producción eléctrica sin que la demanda creciese». Cita el objetivo de 5,5 millones de coches eléctricos en 2030 frente a «500.000 en 2025», y concluye que «no se ha electrificado la demanda» para acompañar la descarbonización. «Hemos llegado a una situación de saturación, en particular de fotovoltaicas», resume, recuperando la «metáfora del gimnasio» que atribuye al decano Carlos Medina para explicar la falta de inercia del sistema.
Del calendario nuclear a la pedagogía pública
El dirigente popular interpreta editoriales recientes como un «calentamiento de motores» para revisar el cierre nuclear: «Están ya claramente yendo contra sus propios actos. El apagón es el epítome de por qué se equivocaron». Avisa de que, si se prolongan las nucleares, «no peligrará el despegue de las renovables» siempre que se garantice «suministro y precios»; y reclama «un proyecto político moderado y centrado» frente a «los cantos de sirena desde los extremos».
Canarias: el papel del bombeo y el proyecto Chira-Soria
En clave isleña, Mariscal defiende el almacenamiento hidráulico por bombeo como «energía síncrona» que aporta «seguridad en los picos de consumo» (8:00 y 20:00-22:00). Reivindica que Chira-Soria «permitiría que la eólica y la fotovoltaica siguieran produciendo para elevar el agua al vaso superior», aunque recuerda que aún hay que «meter el agua» mediante la desaladora de Arguineguín y que la ejecución «no ha empezado a funcionar». Sobre Güímar (Tenerife), asegura tener entendido que el expediente «está muy avanzado» y que lo operaría Red Eléctrica.
Sánchez y la legislatura, en el alambre
Mariscal evita especular con un adelanto electoral pero subraya que el presidente «va a aguantar pese a que pierda un montón de votaciones» y que «ese verbo Pedro Sánchez no lo va a conjugar nunca» (convocar). A su juicio, el jefe del Ejecutivo «alimenta los extremos» para dificultar «un gobierno fuerte y sólido en solitario» del PP. «Lo que ha decidido es que arda Roma. Es Nerón», declara.