La adolescencia en España: hiperconectada, con miedos digitales y creciente desafección

Redes sociales | Foto: Pixabay

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David del Campo, director de Incidencia de Plan International, presenta el estudio «Así somos. El estado de la adolescencia en España» alerta de la necesidad de una educación emocional.

David del Campo, director de Incidencia de Plan International, presenta el estudio «Así somos. El estado de la adolescencia en España» y describe a una generación «absolutamente digital» que convive a diario con la inteligencia artificial, navega entre temores específicos en los entornos online y expresa una fuerte distancia frente a la política institucional. La investigación, basada en 3.500 encuestas a jóvenes de 12 a 21 años, dibuja un mapa de preocupaciones donde destacan los riesgos percibidos en redes, el impacto en la salud mental y la presión por la imagen. 

Del Campo insiste en que «todo en sus vidas, o casi todo, empieza y termina en una pantalla» y que el objetivo del trabajo es «entender y conocer a los adolescentes españoles» en profundidad, con una muestra amplia por comunidades y grupos de edad. Avanza, además, que Plan International prepara una segunda fase cualitativa para escuchar «cómo hablan, cómo se expresan y cómo manifiestan muchos de estos temores con mayor profundidad». 

Un ecosistema digital con miedos muy concretos

El estudio pone el foco en riesgos percibidos por las adolescentes: «el 84%» de las chicas de 11 a 16 años «tienen o temen» que se use su imagen para crear contenido sexual falso con IA. Entre los 12 y 21 años, «el 72%» muestra preocupación por ser acusado injustamente de acoso o violencia de género. En paralelo, la familia y los entornos cercanos siguen siendo el principal anclaje de confianza. 

Educación emocional: tarea urgente y pendiente

«La inteligencia emocional y la educación emocional es imprescindible y urgente», afirma Del Campo, que reclama su incorporación efectiva al currículo y formación específica para el profesorado: «los docentes necesitan también herramientas». Recuerda que la ley educativa ya contempla este enfoque y pregunta qué comunidades «lo están haciendo» y «con qué inversión». 

Salud mental y uso intensivo de redes

Del Campo constata un «tsunami» de salud mental que los propios adolescentes reconocen: pérdida de horas de ocio o deporte por tiempo excesivo en redes y adicciones a móviles. «Ellos mismos lo reconocen son muy conscientes», sostiene, y reprocha la lentitud institucional para responder a las recomendaciones de un comité de expertos que alertó hace dos años de un posible problema de salud pública. 

Tecnología frente a política: lagran quiebra generacional

La encuesta revela una ruptura de confianza: «el 80% piensa que todos los políticos mienten». A la vez, los adolescentes «confían más en la tecnología que en la política» para resolver problemas. No obstante, muestran interés por asuntos como «el medioambiente» y «la cultura», que asocian a bienestar y futuro. 

Las interacciones han mutado: «un porcentaje altísimo no utiliza ninguno de los medios que utilizamos los adultos»; prevalecen los chats de Instagram o TikTok, con mensajes efímeros y «mediatez» extrema: «lo que no se contesta en una hora ha perdido valor». En ese contexto, «uno de cada tres» declara intención de someterse a cirugía estética; el rechazo o la minusvaloración por la apariencia «tiene un impacto enorme» en su bienestar. 

Violencia en redes y vivencias de inseguridad

La violencia online «es un hecho» percibido por chicos y chicas. Del Campo subraya la necesidad de «educar a saber estar» y «denunciar». Las adolescentes «casi en un 20%» dicen conocer o haber vivido de cerca violencia sexual y relatan temores cotidianos —como «volver solas de casa»— que condicionan su sensación de seguridad. 

Aunque «satisfechos con su vida personal y su entorno», los adolescentes desconfían de «que estudiar y formarse» sea suficiente para un buen empleo. Paradoja: no sitúan «empleo y vivienda» entre sus primeras preocupaciones —por su etapa vital—, pero sí perciben incertidumbre a medio plazo por el acceso a la vivienda. 

Dos leyes en la diana

El director de Incidencia identifica dos procesos «cruciales» ahora mismo: la Ley Orgánica de protección de los menores en los entornos digitales —en trámite en el Congreso— y la futura Ley de Inteligencia Artificial. «O incorporamos una visión de adolescentes en esas dos leyes, o estaremos no haciendo lo correcto para los próximos años», resume.