➤ «Muchos usuarios nos dicen que prefieren pagar para que las guaguas no vayan tan llenas» ➤ «Pasamos de 38 a 55 millones de viajeros: un crecimiento desorbitado» ➤ «El reto es mantener estos niveles sin deteriorar el servicio»
Miguel Ángel Rodríguez, director general de Guaguas Municipales de Las Palmas de Gran Canaria, defiende una revisión del actual modelo de gratuidad total del transporte público. A su juicio, el crecimiento de usuarios ha sido positivo pero excesivo, y es momento de reorientar las ayudas para garantizar la calidad del servicio y la sostenibilidad del sistema.
Más viajeros, más presión
El crecimiento experimentado por Guaguas Municipales en los últimos dos años ha superado todas las previsiones. «Hemos pasado de 38 millones y medio de viajeros en 2019 a 55 millones en 2024. Es un incremento desorbitado», señala Rodríguez. Esta subida, asociada a la gratuidad del transporte implantada desde el último cuatrimestre de 2022, ha obligado a la empresa pública a incrementar rápidamente su capacidad operativa.
«Hemos tenido que incorporar vehículos, personal, y afrontar dificultades logísticas y administrativas, porque comprar guaguas no es sencillo y los procesos de selección tampoco lo son», explica. Para atender la demanda, se ha apostado por vehículos articulados y unidades de gran capacidad. «Hemos adquirido guaguas de 21 metros, que nos están dando muy buen resultado, y hemos lanzado un nuevo concurso para otras diez más».
La gratuidad, bajo revisión
Aunque valora los efectos positivos del transporte gratuito, Rodríguez considera que ha llegado el momento de reconsiderar el modelo. «Yo coincido con quienes creen que las cosas gratis no se valoran», afirma. De hecho, asegura que hay usuarios que prefieren pagar: «Muchos viajeros nos han dicho que les gustaría que se volviera a pagar, porque las guaguas van muy llenas y, en ocasiones, se hacen viajes innecesarios solo para renovar el bono».
Frente a una gratuidad universal, defiende ayudas dirigidas a colectivos específicos. «La propuesta que se está discutiendo a nivel nacional plantea mantener los fondos, pero destinarlos a menores de 14 años o a otros grupos vulnerables», explica. También se valora apoyar la adquisición de flota o premiar el incremento de kilómetros recorridos. «Esa me parece una buena línea».
Una apuesta por la sostenibilidad
Rodríguez destaca que uno de los principales logros del actual modelo ha sido el cambio de mentalidad en las nuevas generaciones. «Los jóvenes ya no corren a comprarse un coche cuando consiguen su primer sueldo. Cada vez hay más conciencia de que la ciudad debe ser sostenible, y eso implica apostar por el transporte público».
Sin embargo, advierte de que para que esa apuesta sea viable se necesitan recursos. «La gratuidad no lo es todo. Hay que tener flota, personal, capacidad para recorrer más kilómetros, cubrir el mantenimiento, el combustible…». Aunque el Ayuntamiento y el Cabildo han respaldado el modelo, en ocasiones ha sido necesario recurrir a préstamos para financiar la adquisición de vehículos.
Tecnología y electrificación
Una de las líneas estratégicas de Guaguas Municipales es la transición a vehículos eléctricos. «Ahora tenemos cinco en circulación, pero antes de fin de año llegarán diez más», informa Rodríguez. Se trata de guaguas más silenciosas, cómodas y adaptadas a entornos urbanos sensibles, como los barrios de la Isleta o el Cono Sur. «Hemos encargado vehículos más estrechos para que puedan maniobrar bien en calles más complejas».
El precio, sin embargo, sigue siendo un reto. «Una guagua eléctrica puede costar 550.000 euros, frente a los 330.000 de una diésel Euro 6. Es una inversión fuerte, pero necesaria».
Más allá del centro urbano
Rodríguez defiende que la red de Guaguas Municipales cubre una parte importante del municipio, aunque recuerda que hay zonas a las que sigue llegando Global, por razones históricas de concesión. «La ciudad está bien atendida, pero no toda la red urbana corresponde a Guaguas. Eso hay que explicarlo también a los usuarios».
En cuanto a la inclusión de mascotas, informa de que los animales de asistencia —no solo perros guía, sino también los destinados a personas con epilepsia, diabetes o trastornos de ansiedad— pueden viajar sin transportín. Para el resto de mascotas, se permite el acceso si pesan menos de 8 kilos y viajan correctamente contenidos.
Una vida dedicada al transporte
Miguel Ángel Rodríguez lleva 38 años vinculado al transporte público, desde que ingresó en Salcai el 16 de marzo de 1987. «Entré para trabajar. Soy economista y quería desarrollarme profesionalmente. No imaginaba que acabaría dirigiendo fusiones como la de Salcai y Utinsa, ni que acabaría en la gestión pública».
Tras ser fichado por Ángel Sabroso durante el mandato de Juan José Cardona, asumió el reto de relanzar Guaguas Municipales. «Venía de un proceso de privatización fallido. Era un momento complicado, pero había recorrido por delante. Me pareció un reto interesante».
Hoy dirige una de las flotas más importantes de España, con cerca de 100 vehículos articulados entre sus 260 unidades. «Tenemos un equipo excelente. La clave es ser una solución, no un problema. El Ayuntamiento lo ha entendido, y nos apoya con independencia del color político».
Pese a no tener carné de guagua, dice que sabría conducir una con ayuda. «Lo he hecho en circuito. Pero lo nuestro son los profesionales: conductores que cada día transportan a miles de personas con responsabilidad y eficacia. Son los reyes de la carretera».