➤ «Las cámaras somos hoy una administración paralela» ➤ «El absentismo juvenil es altísimo y está lastrando la productividad» ➤ «Hay que dignificar la Formación Profesional, incluso cambiándole el nombre»
Luis Padrón, presidente de la Cámara de Comercio de Gran Canaria, afirma que la institución ha recuperado su capacidad de gestión gracias a su implicación en proyectos públicos y europeos, y alerta sobre los principales desafíos económicos y sociales del archipiélago.
El giro de las cámaras tras «el golpe de 2010»
Luis Padrón rememora el «golpe» que supuso en 2010 la supresión de las cuotas obligatorias a las cámaras de comercio. Desde entonces, explica, las cámaras han tenido que reinventarse: «Pasamos de una estructura pública a una privada en 24 horas. Muchas no sobrevivieron». En el caso de Gran Canaria, asegura, «hemos logrado estabilizarnos gracias a una plantilla solidaria y comprometida». De los cinco millones anuales de presupuesto, solo el 10% está asegurado: «El resto se busca a través de la gestión de proyectos».
Intermediarios del dinero público
Durante la pandemia, la Cámara de Gran Canaria gestionó más de 1.000 millones de euros en ayudas directas. «Fue una llamada del presidente del Gobierno autonómico preguntando si teníamos capacidad para hacerlo, y dijimos que sí». Padrón destaca que el éxito de aquella operación reforzó la confianza institucional: «Fue el relanzamiento definitivo de las cámaras». Hoy, además, gestionan ayudas para coches eléctricos, vivienda o alquiler, además de programas locales, insulares y europeos. «Somos una administración paralela, como se nos ha llegado a llamar», afirma.
Burocracia y fuga de talento
Uno de los mayores obstáculos al desarrollo económico, señala Padrón, es la excesiva burocracia: «Es un freno para crecer». A esto se suma la dificultad para retener talento joven: «Nos cuesta mucho mantener a la gente cualificada en Canarias. Se forma aquí, pero acaba trabajando fuera. Es un drama tanto desde el ámbito público como privado». Reconoce que los bajos salarios son parte del problema, pero advierte que subir sueldos de forma generalizada no es viable: «No se puede aplicar el mismo criterio a una gran cadena hotelera y a un pequeño bar familiar».
El absentismo y los cambios culturales
El presidente cameral muestra preocupación por el incremento del absentismo laboral, especialmente entre la juventud. «Las empresas nos dicen que es donde más bajas laborales se registran. El veterano aguanta más. El joven, a la mínima, falta». Esto, indica, afecta a la productividad y a la competitividad. Para Padrón, esta situación refleja un cambio cultural: «Nuestra generación tenía un camino, sabías que si lo seguías llegarías a algo. Hoy, si los jóvenes siguen ese mismo camino, no llegan a ningún sitio: la vivienda, el crédito, la estabilidad son mucho más difíciles».
Formación profesional y prestigio social
Otro de los asuntos que preocupa al dirigente cameral es el desprestigio de la formación profesional. «Hemos fracasado como país. Invertimos millones, pero no hemos sabido dar con la tecla». Una de las soluciones que plantea es simbólica, pero contundente: «Igual habría que empezar por cambiarle el nombre. La FP parece que es para los que no llegaron a la universidad, y no es así. En otros países tiene gran prestigio. Aquí no hemos sabido transmitir su valor».
Gran Canaria, centro económico internacional
Luis Padrón destaca la proyección internacional de la Cámara grancanaria, que participa en redes de cooperación con Portugal, África y América Latina. Como ejemplo, cita que en octubre de este año se celebrará en Las Palmas la asamblea de AICO (Asociación Iberoamericana de Cámaras de Comercio), que normalmente tiene lugar en capitales de Estado. «Madrid nos cedió el turno y eso es una muestra de confianza. Será un hito que convertirá a Gran Canaria en la capital económica iberoamericana durante unos días».