Rafael Herrera Checa: «Negar el cambio climático es cerrar los ojos ante una realidad devastadora»

Rafael Herrera Checa en los estudios de El Espejo Canario

Rafael Herrera Checa en los estudios de El Espejo Canario

➤ «Impulsamos soluciones basadas en la naturaleza, luchamos contra especies invasoras y promovemos la implicación ambiental desde dentro de la empresa» ➤ «Hemos visto operarios que empezaron sin saber distinguir un mirlo de una tórtola y hoy son fotógrafos de aves en su tiempo libre» ➤ «Una tubería rota en una zona árida puede ser el origen de una invasión de especies exóticas»

Rafael Herrera Checa, director de Sostenibilidad de Canaragua, celebra el Día Mundial del Medio Ambiente haciendo lo que hace cada día: «trabajar por preservar el entorno natural». Su enfoque no es solo técnico, sino también profundamente humanista: se trata de hacer empresa desde la conciencia ecológica, impulsando cambios estructurales en la forma de entender y gestionar el ciclo del agua, pero también promoviendo la transformación interior de las personas que lo hacen posible.

«En nuestras líneas de trabajo abordamos la economía circular, la mitigación y adaptación al cambio climático», explica. Entre los efectos que más preocupan, Herrera Checa destaca la alteración de los patrones de lluvia, el incremento de los días de altas temperaturas y el aumento de la demanda hídrica, lo que obliga a rediseñar estrategias en todos los niveles operativos. Frente al negacionismo, responde: «El 99 % de la comunidad científica lo tiene claro, y nosotros lo vivimos en nuestras instalaciones».

Voluntariado ambiental y orgullo de equipo

Uno de los proyectos que más entusiasma al director de sostenibilidad es Biobserva», una iniciativa de ciencia ciudadana en la que los trabajadores de Canaragua colaboran en la identificación y registro de aves desde sus propios puestos de trabajo. «Recuerdo el caso de un operario que no distinguía un mirlo de una paloma. Dos años después, era fotógrafo de aves en sus ratos libres y visitaba zonas protegidas para observarlas», relata. Para Herrera Checa, este tipo de iniciativas generan una transformación profunda: «No solo mejora el compromiso con la empresa, también el desarrollo personal».

La participación del personal en estas actividades no es obligatoria, pero sí alentada. El resultado es una mayor implicación, mejor ambiente laboral y una cultura corporativa basada en la sostenibilidad como valor transversal. «Ofrecer estas oportunidades mejora el rendimiento y fortalece el vínculo entre el trabajador y el propósito de la empresa», afirma.

Especies invasoras: la amenaza silenciosa

Otro de los ejes del trabajo de Canaragua en materia de sostenibilidad es la lucha contra las especies exóticas invasoras, un problema especialmente grave en ecosistemas insulares como el canario. «Las especies nativas aquí son muy vulnerables porque han evolucionado en condiciones de aislamiento», explica. El caso más conocido es el del rabo de gato, una planta que ha colonizado vastas zonas secas, pero también se han detectado peces invasores en humedales como la Charca de Maspalomas.

La relación entre agua y especies invasoras no es anecdótica: «Una fuga en una tubería puede ser suficiente para que una planta exótica prospere y se extienda en un entorno árido», advierte Herrera Checa. Para prevenirlo, Canaragua ha implementado protocolos específicos en sus instalaciones, cumpliendo no solo con la legislación vigente, sino con un compromiso ético de protección ambiental.

Culebras y alertas: la necesidad de actuar a tiempo

El proyecto REDEXOS (Red de Alerta Temprana de Especies Exóticas Invasoras) es otra de las líneas de trabajo en las que Canaragua participa activamente. La iniciativa, promovida por el Gobierno de Canarias, busca evitar que se repitan casos como el de la culebra real de California, cuya expansión en Gran Canaria ha tenido un impacto devastador en la biodiversidad local.

«Si REDEXOS hubiese existido cuando se detectaron las primeras culebras, probablemente hoy no tendríamos este problema», lamenta. La empresa ha formado a su personal para identificar y actuar ante la presencia de ejemplares, registrando cada aparición y colaborando con expertos en su manejo. Herrera Checa señala que más allá del temor que generan, estas especies afectan de forma crítica a reptiles autóctonos como los perenquenes y lagartos, con consecuencias directas sobre la cadena ecológica.

Soluciones basadas en la naturaleza: el caso del proyecto Natali

Uno de los proyectos europeos más destacados en los que participa Canaragua es Natali, una iniciativa financiada por el programa Horizon que promueve soluciones basadas en la naturaleza para mejorar la resiliencia frente al cambio climático. El caso de estudio en Canarias se divide en dos intervenciones clave: una en La Laguna y otra en Maspalomas.

En La Laguna se está desarrollando un humedal urbano artificial capaz de recoger e infiltrar el agua de lluvia, reduciendo el riesgo de inundaciones. En Maspalomas, se diseñan infraestructuras verdes que actúan como filtros naturales para depurar el agua antes de su vertido al cauce. «El agua de lluvia parece limpia, pero cuando baja por las calles arrastra basura, aceites y sedimentos. Estas jardineras la filtran y mejoran la calidad ambiental de la charca», explica.

Cultura de la sostenibilidad frente al negacionismo

En la parte final de la conversación, Herrera Checa lanza una reflexión crítica: «No le daría un vaso de agua a quien niega el cambio climático. A lo mejor así comprende a qué nos enfrentamos». Reivindica el derecho de todos a rectificar, pero subraya que negar la evidencia científica pone en riesgo a toda la sociedad. «El agua es un bien básico y todos tienen derecho a ella, pero también tenemos derecho a exigir responsabilidad con su uso y gestión».

Herrera Checa demuestra que la sostenibilidad no es solo una estrategia empresarial, sino una forma de entender el mundo. Su visión articula conocimiento técnico, compromiso ambiental y una apuesta por el desarrollo humano desde dentro de las organizaciones. «Preservar el medio ambiente no es una opción, es una necesidad compartida».