Alberto Hernández: «Hemos heredado un sistema deteriorado por años de dejadez: llevamos un año y medio trabajando a contrarreloj»

Alberto Hernández en el centro de control de Endesa | Foto: Gobierno de Canarias

Alberto Hernández en el centro de control de Endesa | Foto: Gobierno de Canarias

➤ «El sistema eléctrico de Canarias sigue siendo vulnerable: cualquier incidente puede dejarnos sin luz durante horas» ➤ «La resolución del apagón de La Palma demuestra que estamos mejor que antes»

La mañana del pasado martes, más de 19.000 usuarios de La Palma se quedaron sin suministro eléctrico durante hora y media por un fallo en una subestación. Aunque el apagón no alcanza la gravedad del cero energético sufrido en La Gomera en 2023, vuelve a encender las alarmas sobre la fragilidad del sistema eléctrico insular. «El apagón de La Palma no fue total, pero sí un recordatorio claro de que nuestra red sigue siendo vulnerable», afirma Alberto Hernández, director general de Energía del Gobierno de Canarias.

El propio Hernández vivió el incidente en tiempo real desde el Centro de Control de Endesa en Gran Canaria, donde se encontraba en una visita técnica cuando saltó la alerta. «Fui testigo de cómo se produjo el fallo y de cómo se coordinó el restablecimiento del servicio entre la parte de generación, distribución y la operación que corresponde a Red Eléctrica», explica.

Un sistema que aguanta, pero a duras penas

La Palma no sufre un cero completo gracias a que parte del sistema está mallado y otras zonas de la isla pueden mantener el suministro. «El sistema no está mallado como nos gustaría, pero al menos ha permitido mantener parte de la red operativa mientras se resolvía el incidente», asegura Hernández. Sin embargo, subraya que este tipo de eventos son inevitables en sistemas eléctricos insulares aislados como el canario. «Ni siquiera la península, con una red interconectada y robusta, se libra de apagones. Imagínese en Canarias, con infraestructuras obsoletas y sin respaldo externo», advierte.

Concurso exprés, pero sin solución inmediata

Para hacer frente a esta situación, el Gobierno de Canarias declara la emergencia energética en octubre de 2023 y lanza un concurso exprés de generación adicional en las islas de Tenerife, Gran Canaria y Fuerteventura. El objetivo es instalar 268 megavatios de potencia de respaldo, necesarios para cubrir el déficit actual del sistema.

«Ya tenemos en marcha casi el 50 % de los proyectos, y estamos a punto de activar una segunda fase que cubrirá gran parte de la necesidad restante, sobre todo en Gran Canaria», explica el director general. No obstante, admite que estas soluciones no estarán operativas hasta dentro de al menos un año o año y medio. «Es la realidad técnica: los proyectos requieren licencias, instalación de equipos, pruebas… No se pueden ejecutar de un día para otro», afirma.

Un informe «preocupante» y una herencia «difícil»

El último informe de Red Eléctrica Española, correspondiente a 2024, confirma lo que muchos técnicos temen: el déficit de cobertura en el sistema canario ha aumentado. En Gran Canaria, por ejemplo, pasa de 120 a 138 megavatios. «Sí, lo hemos leído, lo analizamos cada año. Y sí, es preocupante», admite Hernández.

Para el responsable energético del Gobierno canario, parte del problema es estructural. «Lo que tenemos ahora es consecuencia de años de dejadez y de falta de planificación. Hemos heredado un sistema sin inversiones suficientes, con plantas térmicas envejecidas y sin alternativas de respaldo», explica. Y añade: «Estamos corriendo para corregirlo, pero las soluciones necesitan tiempo».

Almacenamiento, respaldo y diversificación

Hernández insiste en que la transición energética debe basarse no solo en renovables, sino también en mecanismos de respaldo y almacenamiento. «No basta con instalar placas solares o aerogeneradores. Necesitamos hidrobombeos, baterías y grupos térmicos modernos que puedan activarse ante una caída del sistema», señala. En este sentido, subraya que el Gobierno trabaja en coordinación con Red Eléctrica y las operadoras privadas para diseñar un mix energético equilibrado y seguro.

También defiende que parte de la nueva generación de respaldo se realice con gas o gasoil de última generación, pese a las críticas recibidas. «No es la solución definitiva, pero sí la más inmediata para evitar apagones mientras avanza la implantación renovable», afirma.