La diputada del Grupo Nacionalista Canario sostiene que el expresidente ofreció «una decena de falsedades» y que el informe de la UCO demuestra contradicciones esenciales en su versión de los hechos.
La diputada del Grupo Nacionalista Canario, Vidina Espino, sostiene que el expresidente ofreció «una decena de falsedades» ante la comisión de investigación y que el informe de la UCO demuestra contradicciones esenciales en su versión de los hechos.
Espino afirma que Torres negó haber mantenido relación con la entonces directora de Recursos Económicos del Servicio Canario de Salud, pese a que el informe de la UCO recoge mensajes en los que él mismo explica a la funcionaria la excepcionalidad del pago a la empresa investigada. También sostiene que el expresidente aseguró no conocer al empresario Aldama, cuando el informe evidencia que pidió su número de teléfono a Koldo.
Presiones para pagar mascarillas defectuosas
Según Espino, el empeño del Gobierno para abonar las facturas a la empresa de la trama se produjo a pesar de la oposición de varios funcionarios, que alertaron sobre las deficiencias del material recibido. La diputada subraya que la modificación final del contrato —que incluyó más unidades para justificar el pago de dos millones de euros— no se basó en informes técnicos o jurídicos, sino en una propuesta de la propia empresa aceptada bajo presión.
La relación con Koldo y el papel del Gobierno central
Espino sostiene que Torres mantuvo una interlocución constante con Koldo durante los meses clave de la pandemia, llegando incluso a intentar hablar con el presidente Sánchez para desbloquear el contrato de pruebas PCR con Megalab, tras una reunión en el Parlamento con el empresario Díaz Tapias. A su juicio, el informe policial muestra una «predisposición total» para satisfacer las peticiones del asesor de Ábalos.
Posibles responsabilidades penales
La diputada recuerda que mentir en una comisión parlamentaria «es un delito penal» y que algunos comparecientes optaron por no responder para evitar incurrir en falsedades. En ese contexto, señala que Olivera negó hasta en tres ocasiones mantener contactos con Koldo, pese a registrarse más de ochenta comunicaciones entre ambos vinculadas al cierre del contrato y a la resolución de los problemas de pago.
Una investigación aún abierta
Espino insiste en que el caso no está cerrado: la Audiencia Nacional mantiene diligencias sobre las operaciones vinculadas a la trama y prevé nuevas citaciones. Considera probable que Olivera sea llamado a declarar —al no estar aforado— y que, en función de lo que determine el juez, puedan producirse avances que afecten también al expresidente. «Estamos en el comienzo de esta investigación», concluye.