El presidente del comité de empresa Intercentros de la Televisión Pública Canaria, Aday Domínguez, advierte de que el anteproyecto de la nueva Ley Audiovisual de Canarias pone en riesgo «la independencia y la pluralidad»
El presidente del Comité de Empresa Intercentros de la Televisión Pública Canaria, Aday Domínguez, advierte de que el anteproyecto de la nueva Ley Audiovisual de Canarias, que ayer pasó por el Consejo de Gobierno, contiene varios puntos que les preocupan «sobremanera» por su potencial para «privatizar de facto» los servicios informativos de RTVC: «Afortunadamente aún no se ha aprobado; entra ahora en la fase de informes y tramitación», señala, recordando que el Consejo Económico y Social ya propuso matizaciones y que el texto irá ahora al Consejo Consultivo.
Un anteproyecto que inquieta a la redacción
Domínguez subraya que los informativos «son un servicio público esencial» y «la columna vertebral de cualquier empresa televisiva: es tu marca, tu independencia». A su juicio, permitir que el personal que los realiza pase a depender de una empresa privada «traslada la información de interés general a un interés particular», con la consiguiente pérdida de garantías de independencia y pluralidad. «El peligro que corren principalmente es que vuelvan a manos privadas», resume.
El artículo 35.3, en el punto de mira
El dirigente sindical centra la alarma en el artículo 35.3 del anteproyecto: «Por una parte afirma que no se podrá ceder la producción de programas a terceros, pero después se contradice en el propio artículo y dice que no se considera cesión cuando se ceda», sostiene, citando el análisis de sus asesores. «Lo hemos visto, lo hemos probado también», añade, insistiendo en que la redacción «abre la puerta» a externalizar a la plantilla que hace los informativos mientras se mantiene una línea editorial formalmente pública.
Impacto laboral y riesgo para la independencia
«Somos, a día de hoy, unas 450 personas que trabajamos en las diferentes islas para los servicios informativos», explica Domínguez, que teme una «precarización del mercado laboral» si se produce el paso a una empresa privada. «No les va a importar lo más mínimo dinamitar nuestras condiciones actuales laborales e incluso si llegara al caso tampoco les importaría articular un expediente de regulación de empleo», afirma. En el plano editorial, advierte: «La independencia, la pluralidad, la falta de injerencia política correría muchísimo peligro».
El precedente de las externalizaciones
El presidente del comité recuerda la etapa anterior con empresas privadas: «Ya estuvimos en el pasado, no hace mucho, en una empresa privada», dice, en alusión a Videoreport. Aunque entonces «el control de lo que salía y lo que dejaba de salir era público», el retorno a un modelo similar «nos devuelve a las manos de una empresa que no mira la independencia ni nada». «Si eso fuese así, ya no estaríamos hablando de una televisión pública», advierte.
Utilidad social acreditada
Para Domínguez, la existencia de informativos plenamente públicos «se ha justificado con hechos», como la cobertura de la erupción del volcán de La Palma: «Han demostrado la utilidad que tienen en la sociedad canaria», sostiene. «Con dinero público, en lugar de subvencionar una televisión pública con unos servicios informativos públicos, libres de injerencia, independientes, se estaría facilitando la entrada de dinero a empresas privadas», lamenta. Sobre los motivos del cambio, precisa: «Yo puedo suponer, intuimos que el motivo pueda ser el de siempre: facilitar la entrada de dinero de alguna de las empresas», afirma, dejando claro que no puede atribuir certezas.
Movilización sindical y recorrido institucional
El comité ha comenzado a organizarse «en redes sociales» y prevé intensificar la interlocución durante la tramitación parlamentaria. «Esto es una lucha que recién comienza ahora y estamos todos los trabajadores a una», enfatiza Domínguez. El dirigente confía en que el debate político «retire» cualquier ambigüedad que permita reabrir la vía de la externalización del personal de informativos.