Theo Hernando: «Eliminar el AIEM sería condenar al campo canario a desaparecer»

Tomates de Canarias | Foto: Gobierno de Canarias

Tomates de Canarias | Foto: Gobierno de Canarias

El secretario general de ASAGA Canarias–ASAJA denuncia el riesgo de desmantelar el sistema de protección agraria.

El secretario general de ASAGA Canarias–ASAJA, Theo Hernando, se muestra tajante ante los intentos de eliminar el Arbitrio sobre Importaciones y Entregas de Mercancías (AIEM), instrumento fiscal clave para el sostenimiento del campo canario. En su opinión, la supresión de esta figura supondría un golpe letal a las producciones locales, ya de por sí asfixiadas por la presión del mercado global y la insularidad.

Hernando recuerda que el AIEM no es un arancel generalizado ni un impuesto con afán recaudatorio, sino una herramienta selectiva que protege aquellos productos que ya se producen en el archipiélago. «No estamos hablando de una guerra comercial entre Estados Unidos y China, sino de una economía frágil y periférica que necesita protección para sobrevivir», afirma.

Un muro de contención frente a la competencia desleal

Desde ASAGA insisten en que el AIEM cumple una función esencial: evitar que las producciones canarias se vean desplazadas por importaciones masivas de productos agrícolas y ganaderos provenientes de países que no cumplen con las exigencias europeas en materia sanitaria, ambiental o laboral.

«El AIEM no perjudica al consumidor; lo que hace es defender nuestra producción local frente a una competencia desleal», sostiene Hernando. En este sentido, alerta del creciente volumen de productos de fuera que entran en el mercado isleño a precios irrisorios: «Hablamos de papas, huevos, carne… productos básicos cuya producción local está al límite por culpa de esta competencia externa».

El riesgo de deslocalización y pérdida de soberanía

El secretario general de ASAGA Canarias subraya que sin el AIEM no hay margen para sostener muchas de las explotaciones actuales. La amenaza, según afirma, no es solo económica, sino también social y territorial: «Si dejamos caer el sector primario, perdemos empleo, soberanía alimentaria y biodiversidad».

Hernando lamenta que algunas voces intenten presentar este arbitrio como un obstáculo al comercio o una carga para el consumidor: «Hay quien quiere que todo sea gratis, sin asumir que eso arrasa con la producción local. Esas decisiones destruyen el tejido económico que todavía sobrevive en las zonas rurales de Canarias».

«¿Por qué no se cuestionan otras ayudas o exenciones?»

Desde ASAGA Canarias cuestionan que se debata únicamente sobre el AIEM cuando existen otros sectores protegidos sin que se ponga en tela de juicio su fiscalidad. «¿Por qué no hablamos de los importadores de vehículos, o de otras exenciones fiscales que benefician a sectores menos estratégicos?», plantea Hernando.

La organización agraria defiende que el campo no puede competir en igualdad de condiciones con los mercados internacionales sin mecanismos de defensa. «Hay productos subvencionados, ayudados por la Unión Europea, que entran con enormes ventajas y destrozan nuestro equilibrio productivo», denuncia.

Defender lo que ya existe

Para Hernando, el debate en torno al AIEM debe centrarse en un principio básico: proteger lo que ya se produce en Canarias. «No estamos hablando de inventar nada nuevo. Queremos defender lo poco que queda, lo que aún puede sostenerse si se le da un marco de estabilidad». Según sus datos, muchas explotaciones dependen directamente de este instrumento para mantener su viabilidad.

Frente a quienes abogan por liberalizar el mercado en nombre del consumo, el dirigente de ASAGA responde con contundencia: «Es fácil hablar de apertura cuando no se tiene en cuenta que aquí no hay escala, ni costes competitivos, ni margen de maniobra. El campo no puede sobrevivir si se le deja a merced de las reglas del continente».

Una llamada a la responsabilidad institucional

ASAGA Canarias reclama al Gobierno de Canarias y a las instituciones europeas que no cedan ante las presiones de los grandes importadores. «Eliminar el AIEM sería condenar al campo canario a desaparecer», concluye Theo Hernando. Y advierte que lo que está en juego no es solo la economía rural, sino la capacidad de las islas para garantizar alimentos, mantener su paisaje agrícola y sostener un equilibrio social que se deteriora rápidamente.

La organización agraria insiste en que defender el AIEM es defender a los agricultores, a los ganaderos y a todo un modelo de vida que, sin este escudo fiscal, corre el riesgo de convertirse en un recuerdo.