➤ «La manera de frenar a la ultraderecha en Canarias es la unión de los que pensamos igual» ➤ «No vamos a pactar nunca con la ultraderecha» ➤ «A Onalia Bueno la vamos a invitar porque entendemos que no sobra nadie»
El secretario de Organización de Primero Canarias y concejal de Nueva Canarias–Bloque Canarista en el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, Samuel Henríquez, afirma que el bloque que impulsa su formación no se desviará del objetivo de poner en marcha una mesa de unidad de partidos de obediencia canaria pese a las últimas tensiones internas y a las mociones de censura registradas en la isla de Gran Canaria. Dice que buena parte de las reacciones de Nueva Canarias tienen que ver con que «este movimiento los deja fuera de juego» y con que algunos dirigentes «llevan muchos años sentados en un sillón» y temen perder influencia. Al mismo tiempo marca una línea roja: «no vamos a pactar nunca con la ultraderecha».
Una mesa de unidad como respuesta política
Henríquez sitúa el origen de la agitación de los últimos días en el anuncio del presidente de Primero Canarias, Óscar Hernández, de crear «una mesa de unidad de partidos de obediencia canaria». Explica que ese anuncio «ha estabilizado el panorama político» porque responde a una demanda social: que las fuerzas que se reclaman canaristas o nacionalistas «se pongan de acuerdo» para tener más fuerza en Madrid y para impedir la entrada de la extrema derecha en las instituciones.
«La manera de frenar a la ultraderecha en Canarias es la unión de los que pensamos igual», sostiene, y contrapone esa visión a la de Nueva Canarias, que —dice— «entiende que pasa por la unión de las izquierdas a la izquierda del PSOE».
Según su relato, Primero Canarias no quiere «entrar en la confrontación diaria» que, a su juicio, plantean dirigentes de Nueva Canarias con artículos, intervenciones públicas y avisos internos. «Nosotros ya hemos iniciado nuestro camino. Que nos olviden, que se centren en desarrollar su proyecto», apunta, insistiendo en que el objetivo es recorrer las islas para sentar a todos los partidos de obediencia canaria ante la misma mesa.
Respeto a Morales, pero diferencias de fondo
Preguntado por el papel del presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, al que algunos veían como «árbitro» entre las partes, Henríquez deja claro que mantiene con él «respeto personal» y reconocimiento a su gestión, pero que hoy existen diferencias sobre el rumbo. «Yo entiendo que el presidente no está en ese juego», dice respecto a quienes —dentro de Nueva Canarias— intentan agarrarse a su figura para prolongar un liderazgo. A su juicio, hay dirigentes —cita a Pedro Quevedo, Carmelo Ramírez o el propio aparato de NC— que «se están tratando de agarrar a un tronco» porque saben que la mesa de unidad que propone Primero Canarias «los deja fuera de juego para los próximos 20 años».
Frente a las críticas que desde NC se han vertido sobre el carácter «localista» o «poco consistente» del proyecto en torno a Teodoro Sosa y a los municipalistas, Henríquez replica con la hemeroteca. Recuerda pactos de Nueva Canarias con fuerzas muy diversas, acuerdos con el PP, con el PSOE, e incluso episodios en los que —señala— «no están para dar ejemplo de nada». De ahí que considere que los ataques actuales tienen más que ver con un intento de frenar un espacio político emergente que con una discusión ideológica real.
Línea roja con la ultraderecha
El concejal en San Bartolomé de Tirajana subraya que el nuevo espacio canarista se define también por con quién no quiere pactar. ➤«No vamos a pactar nunca con la ultraderecha, porque no compartimos para nada los mensajes y los discursos que están transmitiendo», afirma con rotundidad. Esa posición le sirve para responder a una de las especulaciones políticas de las últimas semanas: un eventual acuerdo para cambiar el gobierno de Las Palmas de Gran Canaria. Sobre esto zanja: no habrá operación posible si pasa por Vox.
Henríquez aprovecha para enviar un mensaje al PSOE: comparte con los socialistas la idea de tener «mirada larga», pero cree que es incompatible que el socialismo grancanario promueva o consienta mociones de censura contra alcaldes y gobiernos locales y después, en 2027, pretenda sentarse a negociar con Primero Canarias. Según dice, «el PSOE se está situando con Nueva Canarias Antigua» y «se está entregando a Carmelo Ramírez y a Román Rodríguez» en su estrategia contra el nuevo proyecto. Esa deriva, asegura, no es compartida por todos los socialistas del archipiélago.
Invitación abierta a Onalia Bueno
Otro de los puntos calientes del debate político reciente ha sido la no incorporación de la alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno, al proyecto. Henríquez desmiente que exista un veto dictado desde Agüimes o desde el entorno de Antonio Morales: «Ella fue invitada al Congreso constituyente de Primero Canarias y será invitada también a la mesa de unidad, porque entendemos que no sobra nadie», afirma. Añade incluso que, en lo personal, mantiene «muy buena relación» tanto con la alcaldesa como con concejales del grupo de gobierno de Mogán y que lo razonable es «sentarse y limar asperezas».
Con este gesto quiere evidenciar que Primero Canarias no nace para excluir, sino para sumar a todos los que compartan la prioridad de defender los intereses canarios desde Canarias. «Esto no se trata de sometimiento, no se trata de acabar en Coalición Canaria —explica—, se trata de ponernos de acuerdo para defender Canarias».
«Se les acaba el chollo»
En su diagnóstico de las mociones de censura de Valsequillo y de otros municipios, Henríquez ve una misma lógica: «Detrás de todas estas mociones de censura, detrás de todas estas confrontaciones continuas, está que se les acaba el chollo». Sostiene que, al plantear por primera vez en veinte años una verdadera mesa de unidad canaria, Primero Canarias ha tocado una fibra sensible en quienes han articulado la política insular en torno a pactos sucesivos y apoyos mutuos en las instituciones.
Pese a ello, insiste en que no van a responder con más confrontación. «La gente prefiere que le generemos propuestas», dice, y por eso reitera que no permitirán que los distraigan «con mociones de censura, con artículos de opinión o con enfrentamientos constantes». El plan —concluye— es seguir adelante con la hoja de ruta, recorrer las islas, sumar alcaldes y preparar, llegado el caso, una candidatura unitaria al Parlamento español «para tener una voz fuerte en Madrid que defienda los intereses de los canarios y las canarias».