Salud Gil: «Canarias puede construir 8.000 viviendas en cuatro años»

Salud Gil en los estudios de El Espejo Canario

Salud Gil en los estudios de El Espejo Canario

→ «Las administraciones han usurpado dinero a la construcción por las adjudicaciones a dedo» → «Hay que investigar por qué los parados no quieren trabajar en el sector, pero no es por los salarios» → «La actual legislación favorece la okupación»

La presidenta de la Asociación de empresarios, constructores y promotores de la provincia de Las Palmas, María Salud Gil, afirma que Canarias está en condiciones de construir 8.000 viviendas públicas, algo que se espera poner en marcha tras la reunión que mantendrá este jueves con el presidente del Gobierno canario,Fernando Clavijo.

Considera que la política de vivienda debe ser entendida, en esta legislatura, como «estratégica y de interés general» para hacer frente al incremento de los precios del alquiler. Apunta que el Archipiélago disfruta de todas las condiciones para hacer miles de viviendas, comenzando por la buena predisposición del Gobierno canario. 

Es escéptica sobre la cifra de 200.000 viviendas vacías en las islas porque, a su juicio, «hay que apartar el polvo de la paja». Apunta que la ley de vivienda es «confiscatoria» y ha sacado del mercado cientos de viviendas. A esto se suma el hecho de estar en un país «que promueve la okupación» y contar con una ley de arrendamiento «que es insegura». 

Licitaciones «a dedo»

La presidenta de la asociación de constructores es muy crítica con la política de licitación de construcción que se ha venido haciendo en los últimos años. Señala que los constructores han dejado de ingresar más de 5.000 millones de euros por concursos declarados desiertos y, sobre todo, por la «usurpación de obras» por parte de las empresas públicas de ámbito estatal que reciben licitaciones «a dedo» de las administraciones.

Gil achaca esta circunstancia a la «burocracia negacionista y obstruccionista» que usa a estas empresas para «obviar los procesos legales de licitación». Considera que las administraciones asumen así su propia incompetencia a la hora de aprobar presupuestos y planificar: «Es un simple truco». Apunta que en los tres meses antes de las elecciones se concentra el grueso de la licitación.

Falta de mano de obra

Sobre la falta de mano de obra en el sector, Gil señala que, desde hace muchísimos años, se abandonó la formación en el sector. Actualmente, los propios empresarios, a través de su fundación, forma a más de 4.000 personas cada año, y todas ellas acaban trabajando, salvo los «aficionados a la formación, sobre todo si se cobra». Así, y a pesar de las dificultades del sector, se sigue generando empleo. 

No es demasiado partidaria de la estrategia del Ministerio de Migraciones y Seguridad Social que quiere formar inmigrantes para la construcción, porque considera que en el mercado hay suficiente mano de obra parada «y hay que investigar qué está sucediendo». 

«Cazar a los frescos y frescas»

Adelanta que los problemas no están en los salarios, porque, en la construcción «se paga muy bien», un 30% por encima del salario mínimo «el que menos cobra». Además, entiende que es un sector que favorece la conciliación familiar y dispone de una carrera profesional bien establecida.

Señala que, en muchos casos, muchas personas no acceden al trabajo cuando se trata de una oferta de tres meses si con ello pierde una prestación. Por eso piden «cierta flexibilidad» para abordar estos casos. Además, entiende que hay que estudiar los perfiles de los candidatos, porque «a mucha gente se le exige estar en el paro para acceder a una prestación». Y, finalmente, considera necesario «cazar a los frescos y frescas» que se aprovechan del sistema.