La concejal de Servicios Sociales califica de «drama social» la situación de las noventa familias desahuciadas en el edificio de Costa del Silencio.
La concejal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Arona, Ruth Martín, señala que el caso del desahucio del edificio de Costa del Silencio debe servir para que se tome conciencia del «tremendo» problema habitacional que sufre Canarias.
Afirma que se trata de «un drama social en toda regla» que ha dejado afectado a todo el equipo de Servicios Sociales. Así, han tenido que buscar una solución habitacional a doscientas diez personas, muchos de los cuales residen en casas de amigos y familiares, mientras que los más vulnerables han sido enviados a hostales. Otros muchos continúan acampados en la calle.
Martín señala que ha sido imposible encontrar viviendas para los afectados, debido a los altos precios de los alquileres y, sobre todo, a que se piden muchos avalistas: «Las leyes para proteger a los inquilinos han tenido el efecto contrario. Esto hace que la situación sea dramática».
Zona tensionada
Asegura que vendrán más casos en el futuro, porque conocen edificios completos que están ocupados, con muchos inquilinos que ni siquiera están empadronados. Considera que, en estas circunstancias, si el municipio tiene que declarar zona tensionada, lo hará, pero es una decisión que le corresponde al conjunto del grupo de gobierno municipal.