Águeda Borges, responsable de los servicios jurídicos de la cadena hotelera, señala que si se cierra la instalación se perderá una importante cantidad de turistas.
Águeda Borges señala que la información que han recibido por parte de la Dirección General de Costas durante los tres años de tramitación para la remodelación del hotel Oliva Beach en Fuerteventura es “muy escasa”: “Todo se complica cada vez más”. Entiende que si no hay voluntad, no va a haber solución, por lo que han convocado este viernes a los trabajadores, empresarios e instituciones de la isla para escenificar que no se trata de que una empresa esté defendiendo su hotel, “sino que va mucho más allá: esto es una isla, un Archipiélago, es una cuestión de legalidad, legitimidad e interés general”.
La representante de la cadena Riu recuerda que el Oliva Beach alberga un avión y medio de clientes diarios, por tanto “si no está el hotel, esos clientes no vendrán”.