➤ «No planteamos una guerra contra Nueva Canarias, planteamos una necesidad de renovación» ➤ «Nadie nos va a hacer cambiar nuestras prioridades: primero la ciudadanía» ➤ «Lo que hicimos fue un ejercicio de lealtad, no de ruptura»
Óscar Hernández, alcalde de Agüimes y presidente de Municipalistas Primero Canarias, defiende que la escisión respecto a Nueva Canarias no nace del enfrentamiento sino de una demanda colectiva de renovación no atendida. «No son momentos fáciles, pero sí necesarios», afirma. Según detalla, el origen de la fractura reside en una autocrítica ausente y una negativa sistemática de la dirección a asumir los mensajes que los votantes transmitieron en las urnas en las elecciones de 2023. «No es normal que el presidente del Cabildo saque más del doble de votos que el presidente de la organización», asegura.
Una decisión política y ética
El también exmilitante histórico de Nueva Canarias sostiene que la divergencia se ha gestionado con respeto y transparencia. «Hablamos directamente con Román Rodríguez y le explicamos la necesidad de dar un paso a un lado. No se entendió», señala. Asegura que 22 cargos electos de la isla apoyan el nuevo proyecto político y que la Consejería de Presidencia ha avalado jurídicamente que los miembros electos bajo una coalición no pueden ser desvinculados unilateralmente por uno de sus partidos integrantes.
Teodoro Sosa, en el centro de las tensiones
Una figura clave en esta crisis ha sido Teodoro Sosa, actual consejero del Cabildo de Gran Canaria, que para Hernández ha sido «convertido en chivo expiatorio». «Desde el minuto uno, se le señala como el mediador al que hay que batir», denuncia. El líder municipalista considera que los ataques hacia Sosa revelan una estrategia deliberada de debilitamiento político. «Toda la exageración sobre la pérdida del nacionalismo puro responde a un cálculo equivocado», lamenta.
Un nuevo proyecto con las mismas raíces ideológicas
Pese a la fractura, Hernández insiste en que el ideario de Municipalistas Primero Canarias se mantiene fiel a sus raíces. «Seguimos siendo socialistas de izquierda, exactamente en el mismo sitio en el que estábamos», afirma. El nuevo espacio político busca ahora consolidarse en toda la isla, incluyendo Las Palmas de Gran Canaria, donde ya se prepara una asamblea con antiguos militantes y nuevos simpatizantes.
Apertura a acuerdos, pero con condiciones
Preguntado por la posibilidad de pactos con Coalición Canaria, Hernández recuerda que en la política local ya han existido colaboraciones puntuales, aunque prioriza los principios: «Nadie nos va a imponer prioridades distintas al bien común».
La figura de Antonio Morales
La figura de Antonio Morales, presidente del Cabildo de Gran Canaria, ocupa un lugar delicado en el relato de la escisión. Óscar Hernández afirma mantener con él una relación de «amistad y lealtad absoluta», pero también reconoce «discrepancias profundas» en la forma de abordar la renovación interna del espacio nacionalista.
Subraya que Morales ha optado por mantenerse en un papel institucional durante toda la crisis, con el respaldo explícito del grupo insular. «Antonio tiene la obligación de cumplir su compromiso con la ciudadanía y evitar que las disputas orgánicas interfieran en su responsabilidad de gobierno», sostiene Hernández, quien defiende esa elección, aunque recalca que él mismo ha asumido un rol mucho más visible y directo en la gestación del nuevo proyecto político.
El presidente de Municipalistas Primero Canarias también recuerda que Morales asistió a varias asambleas y estuvo informado de todo el proceso. Sin embargo, marca una diferencia en la implicación. Mientras que Hernández asegura haber trasladado a la organización cada paso dado y haber defendido públicamente la necesidad de una nueva etapa, considera que Morales no se ha posicionado con la misma claridad. «Yo me he mojado mucho; el presidente del Cabildo, no tanto», afirma.
Sobre la posibilidad de que Morales se presente de nuevo a las elecciones de 2027, Hernández evita opinar directamente, pero lanza un mensaje nítido: «Espero que esa situación no se dé». Considera que una doble candidatura en el seno del nacionalismo insular sería un error político con efectos divisivos para el conjunto del proyecto.
Hacia una representación fuerte en Madrid
Óscar Hernández cree que Canarias necesita construir un espacio nacionalista cohesionado con voz en Madrid. «Cinco parlamentarios por la isla de Gran Canaria sería el espacio ideal», asegura. Subraya que el proyecto que impulsa no persigue el poder por sí mismo, sino un instrumento útil para «dar respuesta a los retos sociales y territoriales» desde el municipalismo y el nacionalismo progresista.