Aridany González, hijo de la fallecida, afirma que ya han presentado reclamación ante el Hospital grancanario, mientras la institución discrepa de la versión de la familia.
Marcela Padrón, que fue la responsable de la puesta en marcha del manifiesto de voluntades anticipadas en la provincia de Las Palmas, falleció el pasado 15 de marzo en el Hospital de Gran Canaria Doctor Negrín tras sufrir una larga agonía sin que, presuntamente, los responsables médicos aplicaran su propio manifiesto de voluntades anticipadas.
González afirma que, en su momento, se trató de un documento "pionero" en Canarias, pero "nos hemos ido quedando poco a poco atrás en muerte digna". Asegura que el hecho de que su madre, "que era una defensora acérrima de ese instrumento, haya terminado de esta forma, nos incita a dar a conocer el documento, y si hay que mejorarlo, se mejora; y si hay irregularidades, que las personas responsables metan mano".
A su juicio, se trató de un "error de base" por parte de los médicos y del hospital: "No tienen conocimiento de [como funciona] ese documento". Afirma que Marcela Padrón había manifestado sus voluntades en el año 2012 y a partir de ese momento, "no se nos tenía que haber puesto a la familia en la tesitura de tomar una decisión", pues eso supone destander "la autonomía del paciente". Asegura que en la unidad de cuidados paliativos esa autonomía se respeta, pero "después en cada planta se interpreta de forma diferente". En el caso concreto de Medicina Intensiva se cometieron "dos errores": "No se respetó la autonomía del paciente e, incluso, nos llegaron a decir que en ese departamento no se cumple el manifiesto. Eso es un desconocimiento".
Denuncia que, incluso, le llegaron a decir que "precisamente por culpa del documento se estaba produciendo ese padecimiento, por la interpretación de la palabra 'irreversible' o 'incurable'. Dicen que de no haber existido el documento, la hubieran sedado. Es una situación absurda".
No descarta la vía legal, pero "el problema es que no hay jurisprudencia nacional y muy probablemente, aunque tuviéramos la razón, habría que agotar un proceso legal largo y muy costoso económica y emocionalmente, pero no lo descartamos". Señala que "ahora mismo no toca". Ahora es el momento, dice, de "poner una reclamación administrativa, que ya se ha iniciado, para que se abra una investigación en el Hospital".
"Secreto profesional"
Por su parte, el director Médico Doctor Negrín, Daniel Ceballos discrepa de la versión familiar y considera que esta controversia "no ayuda ni a la familia ni a nosotros". Afirma que no puede entrar en detalles "por secreto profesional" pero asegura que "con o sin manifiesto, el objetivo es que el paciente tenga una muerte digna y sin sufrimiento".
Defiende que el Hospital cumple el manifiesto de últimas voluntades, pero en este caso no puede precisar si se atendió y cómo porque no puede revelar si la enfermedad era incurable o irreversible por "secreto profesional". A la pregunta de si la paciente murió con dolor, responde que esa afirmación la hace la familia: "Discrepamos de la interpretación de los hechos que expone la familia".
Asegura que el comité ético asistencial del Hospital "existe y se reúne con periodicidad", pero no puede precisar si se reunió en este caso.