Manuel Padrón alerta de posibles irregularidades en los concursos públicos de Las Palmas de Gran Canaria

Manuel Padrón en los estudios de El Espejo Canario

Manuel Padrón en los estudios de El Espejo Canario

El presidente del Grupo Juan Padrón, Manuel Padrón, asegura que la incorporación de Luis Rodríguez Neira a la sociedad que gestionaba el Hotel Santa Catalina le resultó “sorprendente” desde el primer momento.

El presidente del Grupo Juan Padrón, Manuel Padrón, asegura que la incorporación de Luis Rodríguez Neira a la sociedad que gestionaba el Hotel Santa Catalina le resultó «sorprendente» desde el primer momento. Explica que el directivo entró en 2020 tras un proceso de selección con una veintena de candidatos y un salario de 60.000 euros anuales, pese a que la sociedad tenía un objeto muy limitado, centrado en un contrato de arrendamiento ya cerrado desde 2017. «Yo no le veía contenido», afirma, al tiempo que recuerda que inicialmente era la única persona integrada en esa estructura.

De sociedad inactiva a pieza clave de la promoción

Padrón detalla que, con el paso del tiempo, la empresa cambió su denominación a Turismo LPA y amplió de forma considerable su objeto social, convirtiéndose en la entidad que gestionó más de un millón de euros anuales para la promoción de la ciudad, además de recibir la renta del hotel. Señala que, en esa nueva etapa, la figura del gerente adquiere mayor relevancia y confirma que sí se realizan trabajos de actualización administrativa, poniendo al día una sociedad que llevaba años sin actividad ni cuentas presentadas.

Premios de jubilación y ruptura de relaciones

El empresario relata que su contacto directo con Rodríguez Neira se produce por la gestión de los premios de jubilación del personal del Hotel Santa Catalina, un asunto que califica de conflictivo. Afirma que el último contacto tiene lugar en noviembre de 2022, cuando comunica al concejal de Turismo que deja de asumir esos pagos y solicita la devolución de lo abonado hasta entonces. Desde ese momento, dice, no vuelve a tener relación con el gerente, en un contexto en el que, según los medios, la falta de gestión se arrastra desde hace tiempo.

Cuentas pendientes y falta de actividad reciente

Padrón sostiene que la información registral refuerza las dudas sobre el funcionamiento de la sociedad en los últimos años. Explica que las cuentas están presentadas hasta 2023, pero que las correspondientes a 2024, que ya deberían constar en el Registro Mercantil, siguen pendientes. Para el presidente del Grupo Juan Padrón, este dato apunta a que la actividad real y el control de la entidad «no estaban funcionando como tenían que hacerlo», pese al elevado coste salarial de la gerencia.

Paralelismos con otros concursos bajo sospecha

El empresario establece similitudes claras entre el caso del Hotel Santa Catalina y otros concursos públicos recientes, como el del Guiniguada, actualmente en manos de la Fiscalía Anticorrupción. Afirma sentirse «bastante representado» por las denuncias de irregularidades y habla de posibles manipulaciones, filtraciones y conflictos de intereses dentro de los jurados. «Así me siento», dice, aludiendo a una experiencia personal que considera comparable en cuanto a opacidad y trato recibido.

Confianza en la justicia, pero con cautela

Manuel Padrón concluye que ahora corresponde a la Fiscalía Anticorrupción y a los órganos de control dirimir responsabilidades, aunque se muestra escéptico sobre la eficacia de los mecanismos administrativos. Advierte de que se trata de asuntos «serios» y complejos, y reconoce que removerlos le resulta especialmente desagradable, pero insiste en que es necesario aclarar los hechos para garantizar la transparencia y la correcta gestión de los recursos públicos.