La madre de Aythami invita a la población a sumarse a la manifestación de este sábado desde la Ciudad de la Justicia de Las Palmas hasta el Salto del Negro.
Mabel Fernandes Ramos, madre de Aythami y funcionaria de Justicia, toma aire y dice que se mantiene «activa, sin pastillas para la depresión ni para la ansiedad», porque «las madres tenemos que sacar fuerzas de las entrañas para no fallar a nuestros hijos». Denuncia que su hijo cumple una condena de cinco años «sin una sola prueba directa» y que el proceso vulnera derechos esenciales de la defensa. «No hay una sola prueba en la sentencia que diga: “Aythami Santana ha hecho esto”. Es indignante», subraya.
Una madre y funcionaria ante el “retorcimiento” del proceso
Fernandes explica que conoce el funcionamiento de los tribunales «porque trabajo en Justicia» y que, al leer la resolución, «no daba crédito». Insiste en que lo ocurrido con el club cannábico «no es tráfico ni organización criminal», sino «cultivo y consumo compartido de adultos, con cuotas para cubrir costes, nóminas y alquileres». «No había ánimo de lucro», recalca.
Lo que dice la sentencia y lo que rebate la defensa
La sentencia considera probado que existía distribución a terceros a cambio de abonos y cifra el hallazgo policial en una finca de Telde en 620 plantas y unos 26 kilos, tras secado y preparación, cantidades asumidas por el tribunal. La madre replica que ese pesaje «no es correcto» y que «triplicaron las cantidades» al computar «macetas, tierra, troncos y hojas», además de incluir plantas de CBD. «Lo clave es el pesaje y la valoración pericial que no se pudo hacer», afirma.
La pericial que se admite pero no se practica
Fernandes sostiene que la sala «admite» la necesidad de una prueba pericial, pero «dice que ya no puede hacerse porque debía haberse practicado en los días siguientes a la incautación». «Es acojonante», estalla. Añade que hubo «tres oficios» para acceder al material: «al final responden que se ha destruido y el acta de destrucción no existe». «En caso de duda, a favor del reo», resume.
Ideología y trato penal: la crítica más dura
La madre afirma que los magistrados «tienen una ideología reaccionaria» y «se han negado a entender el cambio que se pretende con el movimiento cannábico». Denuncia que «un mismo argumento lo usan en una parte para agravar y en otra para negar beneficios». «Esta condena es para narcotraficantes de cocaína y heroína», protesta. Su queja incluye que «se minimizan» testificales relevantes —«un presidente de banco, una funcionaria de justicia y una abogada laboralista, socios del club»— que «explicaron cómo funcionaba».
«No vivimos del tráfico»: cuotas, nóminas y costes
Sobre el sostenimiento económico del club, señala que los socios «pagaban 50 euros anuales, simbólicos», y recibían producto «equivalente al coste, sin lucro». «Mi hijo tenía nómina de la asociación, como los alquileres y el resto de gastos; vivía con mi hermano porque no le daba para un alquiler», afirma, y rechaza que existiera enriquecimiento: «Se sabe el dinero que entraba y salía; no hay incremento patrimonial».
La marcha de apoyo
Fernandes convoca a la ciudadanía a la «marcha por la libertad de Aythami», que arranca el sábado a las 11.00 horas desde la Ciudad de la Justicia de Las Palmas y llega al centro penitenciario de Salto del Negro. «Hay carroza de carnaval y coches de apoyo para quien no pueda con la subida», explica. Pide evitar consumos durante la marcha: «No queremos incurrir en nada que pueda llevar a cancelarla».
Como antesala de la movilización, anuncian repartos de información: «Hoy a las 12 en la Ciudad de la Justicia y a la 13.00 en el Mercado de Vegueta; mañana a las 12 en el Paseo Marítimo de Las Canteras». Espera «bastante gente», también llegada de la península. «No controlo las redes, pero la sensación es que vendrá mucha gente», apunta.