Baltasar Gómez, director del equipo de rastreadores en la isla, recalca que en la actualidad están afectados todos los grupos de edad y llama a restringir los contactos entre familiares.
La isla de Lanzarote alcanza unos altos ratios de trazabilidad en los casos de contagio de la covid-19. Con el 85% de los contactos localizados, se convierte en uno de los lugares de Europa en los que el rastreo es más efectivo. El director del equipo de nueve rastreadores, Baltasar Gómez, señala que, por lo general, la mayoría de las personas con las que entran en contacto cuenta la verdad sobre las personas con las que han estado relacionadas, pero el problema es que unos pocos no lo hacen.
Casos “llamativos” y negacionistas
Indica que cada contagio no suele tener muchos contactos, pero destaca casos “llamativos” de algunas personas con una vida social muy activa o que practican deportes de grupo y que hacen más arduo el trabajo. Asimismo, señala que se da algún caso de negacionismo y de quienes piensan que los rastreadores tratan de coartar la libertad.
Gómez destaca que en Lanzarote están afectados todos los grupos poblacionales, desde los menores a mayores, con valores que no habían visto antes. A su juicio, es preciso bajar los contactos, incluido en el ámbito familiar con aquellos que no son convivientes: “La tendencia va por ahí”.