Francis Candil pide sensibilidad al Estado en el caso de los menores de Arucas

Francis Candil | Foto: Gobierno de Canarias

Francis Candil | Foto: Gobierno de Canarias

El viceconsejero de Bienestar Social del Gobierno de Canarias señala que los adolescentes fueron trasladados recientemente al centro Canarias 50 para ser evaluados antes de un eventual traslado a otra comunidad autónoma.

El viceconsejero de Bienestar Social del Gobierno de Canarias, Francis Candil, considera que la posible derivación de cuatro jóvenes refugiados asentados en Arucas desde 2021 debe valorarse «con corazón y con alma», atendiendo al arraigo que han desarrollado en el municipio. Los adolescentes, que llegaron al archipiélago en cayuco y están a punto de cumplir la mayoría de edad, fueron trasladados recientemente al centro Canarias 50 para ser evaluados antes de un eventual traslado a otra comunidad autónoma en cumplimiento de una orden del Tribunal Supremo.

Un procedimiento estatal

Candil explica que el caso de estos jóvenes forma parte del proceso de protección internacional, competencia exclusiva del Estado. Cuando los menores solicitan asilo, se abre un expediente en el que se analizan sus circunstancias personales y su grado de integración: «La Fiscalía debe decidir si existe arraigo o si deben ser derivados a otros recursos del Estado», precisa el viceconsejero.

El Gobierno de Canarias había planteado que las evaluaciones se realizaran en los mismos centros donde residían los jóvenes, «para evitar desplazamientos innecesarios y preservar la estabilidad emocional de quienes ya están adaptados». Sin embargo, el Estado rechazó esa propuesta y determinó que todas las valoraciones se hicieran en el Canarias 50, convertido ahora en un espacio de tránsito.

Integración y arraigo

Los cuatro jóvenes llevaban más de tres años viviendo en Arucas, donde asisten a actividades escolares y deportivas y cuentan con el apoyo de familias del municipio. Su traslado ha generado la reacción de vecinos y colectivos sociales que piden mantenerlos en la isla. Candil reconoce que esta respuesta ciudadana demuestra la capacidad de acogida del pueblo canario: «Habla muy bien de nosotros como comunidad, de nuestro corazón y de la capacidad de integrar a quienes llegan buscando una vida mejor», afirma.

El viceconsejero subraya que hay más casos similares en el archipiélago, incluso de jóvenes que ya han cumplido los 18 años y han decidido permanecer voluntariamente en Canarias al contar con empleo y redes de apoyo. «No puedo dar una cifra exacta —indica—, pero es real que hay chicos que, pese a la incertidumbre, siguen apostando por integrarse aquí».

Una llamada al compromiso

Candil insiste en que el Gobierno autonómico mantiene un diálogo permanente con el Estado para que se tenga en cuenta la situación individual de cada menor: «Advertimos continuamente que se valore el arraigo, que no se mire solo un expediente sino una historia de vida», subraya.

El viceconsejero considera que el caso de los menores de Arucas debe servir como ejemplo de la solidaridad canaria frente a la indiferencia que a veces se percibe en otros territorios: «Algunos no quieren que los migrantes lleguen a sus comunidades, pero nosotros sí, porque sabemos integrarlos y porque son necesarios», concluye.