ATA Canarias valora que se congelen las cuotas de los autónomos con menores ingresos, pero exige reformas estructurales en las prestaciones.
El secretario general de ATA Canarias, Eliot Martín, celebra que el Gobierno central haya rectificado su primera propuesta sobre las cuotas de los trabajadores autónomos, tras la presión ejercida por las asociaciones del sector y el rechazo de una amplia mayoría parlamentaria. La nueva fórmula plantea congelar las aportaciones más bajas y elevar un 2,5 % las más altas a partir de 2026, abandonando el plan inicial que contemplaba subidas de hasta un 100 % en algunos tramos durante los próximos tres años.
Una propuesta «sin lógica ni sentido»
Martín recuerda que el primer planteamiento del Ministerio «solo tenía dos nombres: o un sablazo o un atraco». La propuesta inicial, explica, habría supuesto incrementos de entre un 25 % y un 100 % en las cuotas, incluso para quienes apenas superan el salario mínimo interprofesional. «Era una medida puramente recaudatoria, sin progresividad ni justicia», señala. De hecho, subraya que «partidos tan distintos como Junts, Vox o Sumar coincidieron en oponerse a una medida tan disparatada».
Según los cálculos de ATA, un autónomo con una facturación anual de 25.000 euros, es decir, unos 2.000 mensuales, habría pasado a pagar cerca de 700 euros en cuotas con la propuesta anterior, «prácticamente un tercio de sus ingresos». Para Martín, «resultaba inasumible para miles de profesionales que ya soportan una elevada carga fiscal y unas condiciones de inestabilidad que no se reconocen en la legislación».
Una rectificación con condiciones
El responsable de ATA Canarias valora positivamente que el Ejecutivo haya reculado y plantee ahora una congelación para los autónomos que ganan menos del salario mínimo, junto con un incremento moderado del 1 % al 2,5 % para los tramos superiores. «Esta revisión está más acorde con el IPC y con lo que habíamos propuesto», afirma. Sin embargo, aclara que la organización no respaldará la reforma mientras no se aborden las carencias estructurales del sistema.
El acceso al paro, una deuda pendiente
Uno de los principales reclamos es la mejora del acceso a la prestación por cese de actividad. Martín denuncia que «seis de cada diez solicitudes de los autónomos son rechazadas», lo que considera un agravio comparativo con los trabajadores asalariados. «Imaginemos que el 60 % de las personas por cuenta ajena que piden el paro se quedaran sin él: habría una revuelta social», advierte.
Hacia una verdadera equiparación
ATA Canarias también exige que los autónomos puedan acceder al subsidio para mayores de 52 años, un derecho que actualmente solo tienen los empleados por cuenta ajena. Martín considera que «sin esa equiparación en las prestaciones, no se puede hablar de justicia social ni de igualdad de oportunidades».
El dirigente concluye que la movilización de las asociaciones ha sido «una victoria parcial», pero recuerda que «la verdadera reforma pendiente es la que garantice que ser autónomo no signifique estar desprotegido». Añade que el diálogo con el Ministerio continuará, «pero sin renunciar a la defensa de los derechos básicos de quienes sostienen el tejido productivo del país».