El Gobierno canario afirma que la planta de Granadilla “sigue en la línea prevista”

El consejero de Economía e Industria, Pedro Ortega, confirmó este lunes que la planta regasificadora de Granadilla “sigue en la línea que estaba previsto”.

Ortega responde así a la incertidumbre sobre el futuro de la planta desatada por el dictamen de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que considera "conveniente" autorizar la construcción.

El consejero recuerda que “en la planificación energética de Canarias de 2007 está incluido el gas como fuente de consumo de materia prima para las centrales de ciclo combinado para generar energía eléctrica y en el reciente borrador de estrategias Energéticas de Canarias apostamos por tener un 45% de energías renovables en 2025. El restante 55% de energías no renovables hay que hacerlo con combustibles fósiles o con el gas, que es menos contaminante y menos costoso”.

Ya la Comisión Nacional de la Energía, predecesora de CNMC, emitió informes favorables en 2007 y 2012, por lo que vaticinó que la documentación que ahora exige la CNMC “será solventada en un plazo razonable”.

Concretamente, lo que demanda la Comisión es que se actualice la Planificación de los Sectores de Electricidad y Gas 2008-2016, que es competencia del Gobierno central, y que se garantice que haya un consumo de gas. Respecto de lo segundo, el consejero recuerda que Granadilla “tiene la obligación de consumir gas desde que lo tenga disponible”.

El gas es estratégico para el Gobierno canario: “Nuestra apuesta es incrementar las energías renovables y la parte que no sea renovable, que sea lo menos contaminante posible. Y también trabajar en el ahorro y en la eficiencia energética”. Así, “si la planta de Granadilla hubiese estado funcionado desde 2009, hasta 2016 nos hubiésemos ahorrado unos 380 millones de euros. Teniendo en cuenta que la planta costaría 260, ya estaría pagada”. Además, “si utilizamos gas, esa planta emitiría casi 500.000 toneladas métricas de CO2 al año, si eso lo llevamos al período de 2009 a 2016 nos habríamos ahorrado emitir a la atmósfera 2,7 toneladas de CO2, que es casi la mitad de lo que emiten los vehículos terrestres en la isla de Tenerife”.

Ortega se mostró confiado en la continuidad del proyecto: “Estamos en conversaciones con el Ministerio y nos han dicho que se mantiene, que todo sigue en la línea que estaba previsto”.