→ «Lo que no se puede hacer es dejar caer un decreto con beneficios sociales por la guerra entre los partidos» → «No me imagino a Junts dejando caer al gobierno y arriesgarse a no ser la llave del gobierno» → «El 12 de febrero celebraremos una reunión de seguimiento del pacto para valorar el cumplimiento de la agenda canaria»
La diputada de Coalición Canaria en el Congreso de los Diputados, Cristina Valido, asegura que el asunto de la inmigración solo está en la agenda política porque así lo ha impuesto el presidente del Gobierno canario, Fernando Clavijo, para resolver el colapso de las islas por la atención a los menores migrantes.
Valido señala que los dos partidos mayoritarios, el PSOE y el PP, han establecido unas estrategias políticas en la que la inmigraciñon «no está presente» y, si pueden evitar el tema, «lo evitan».
Una solución «puntual» para la inmigración
Esto es lo que, a su juicio, ha motivado que no haya salido adelante la reforma del artículo 35 de la Ley de Extranjería, que permitiría la distribución de los menores entre las distintas comunidades autónomas.
Ahora, lo que está sobre la mesa es un decreto que si bien no supone la modificación de la Ley de Extranjería, sí daría amparo a un reparto puntual de los menores, lo que aliviaría la situación de las islas. Valido indica que si los servicios jurídicos del Estado dan el visto bueno se pueda aprobar de forma inmediata consiguiendo los votos necesarios para sacarlo adelante.
Decreto ómnibus
La diputada nacionalista considera que esta situación que se está produciendo con la inmiigración se ha extendido a toda la vida política, como se acaba de demostrar con el denomiando «decreto ómnibus» con un paquete de medidas que fue rechazado por los partidos de la oposición y Junts.
Valido afirma que «lo que no se puede hacer es caer un decreto con este, con beneficio para las personas, por la guerra entre los partidos» y para hacer crecer sus propios relatos. Recuerda que, aunque ahora pueda aprobarse por el acuerdo con los catalanes, algunas medidas quedarán fuera, como el apoyo a la compra de coches eléctricos, «que afecta a la economía y a las familias».
Reunión de seguimiento del pacto
En cualquier caso, Valido no se imagina a Junts dejando caer al gobierno y arriesgándose a una coyuntura en la que pudieran no ser la llave del gobierno. Por ese motivo, entiende que podrá haber algún acuerdo sobre los presupuestos generales del Estado.
En cualquier caso, señala que Coalición Canaria «no bajará los brazos», pues entiende que hay asuntos en los que se puede avanzar sin necesidad de presupuestos. Para analizarlos, ya se ha convocado reunión de seguimiento del pacto para este 12 de febrero y, a partir de ahí, se valorará el nivel de cumplimiento de la agenda canaria y se evaluará, por parte de los nacionalistas, si pueden mantener el pacto «como hasta ahora».
Techo de gasto
Una de sus peticiones que llevarán a esta reunión es la de flexibilizar el techo de gasto, para que las administraciones puedan usar los remanentes para cuestiones sociales, como sucede en el caso de la isla de La Palma y las necesarias medidas para combatir los efectos sociales y económicos de la erupción volcánica. Espera que se pueda establecer algún tipo de excepción, como la que, en su opinión, se ha hecho en el caso de Cataluña con su financiación singular.
Menos optimista es Valido sobre la negociación para la financiación de los proyectos ferroviarios en Gran Canaria y Tenerife. Señala que el escenario «no es el más fácil», máxime si no se aprueban los presupuestos generales del Estado.
La unión nacionalista
Sobre la crisis en Nueva Canarias, con la escisión del Bloque Nacionalista Rural de Teodoro Sosa, Valido señala que es más lo que une a las distintas formaciones nacionalistas «que lo que nos separa».
Más allá de las cuestiones personales, espera que prevalezca el interés de Canarias para poder tener peso en la política nacional. Recuerda que Canarias elige quince diputados al Congreso, y «cuando hay que elegir solo pensamos en quién va a vivir en la Moncloa». Así, indica, los cuatro años de la legislatura se convierten en «una travesía del desierto» en el que los votantes ni siquiera conocen a sus representantes.