El presidente del club grancanario, Miguel Ángel Ramírez, recuerda al Cabildo que no hace falta esperar a ser sede del mundial para acabar el estadio.
El presidente de la Unión Deportiva Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez, afirma que en el club se vive una «calma tensa» a la espera del partido de este sábado con el Deportivo Alavés que podría suponer la vuelta a la primera división del club grancanario.
Ramírez indica que en el césped se encontrarán un equipo más potente económicamente, muy competitivo y con experiencia, como es el vasco, con un equipo, como el canario, que afronta el reto con «mucha ilusión» y con no menos armas para competir. Así, afirma el presidente, «el que menos errores cometa y más acertado esté se llevara el gato al agua». Añade que la UD Las Palmas cuenta con el «plus» del apoyo de la afición, que, a su juicio, va a ser muy importante.
Marcha errática hacia el ascenso
Sobre la marcha errática de los equipos que compiten por el ascenso, Ramírez indica que al final han llegado todos con una distancia muy corta de puntos, lo que demuestra que «todos han tenido aciertos y muchos altibajos». Señala que, en todo momento, han mantenido la calma y jamás han cuestionado la labor del entrenador.
Sobre la promesa del presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, de acabar el estadio de Gran Canaria en el próximo mandato, Ramírez se muestra encantado de que quiera llevar a cabo esta obra pero lamenta la coletilla de que sea «para el mundial». Ramírez recuerda a Morales que los aficionados necesitan un nuevo estadio, «nos concedan o no la organización del mundial».