El portavoz de Unidos Por Gran Canaria en el Cabildo considera que el caso merece una "investigación a fondo".
José Miguel Bravo de Laguna se muestra "asombrado" por el hecho de que el Ayuntamiento de Agüimes pidiera avales a los solicitantes de camas en la residencia para mayores del municipio. Se trata, dice, de la primera vez que observa este comportamiento en una corporación: "Desde el punto de vista moral es insólito", máxime por el hecho de que las personas que acceden a la residencia "no son poderosas económicamente".
Señala que, tras el pleno del Cabildo celebrado la pasada semana, queda la duda de si ha habido alguna persona que haya dejado de pagar los costes de la estancia en la residencia "y se haya dispuesto de sus bienes". En cualquier caso, toda la gestión de la instalación sociosanitaria le parece a Bravo de Laguna "difícil de explicar" y "efectivamente Antonio Morales no fue capaz de explicar por qué se hacía esto de forma paternalista y caciquil".
Afirma que no se trata de un tema "exclusivamente jurídico", sino que también tiene dimensión política, particularmente cuando "se hartan de decir que son el gobierno del progreso, pues vaya progreso este".
El portavoz de Unidos por Gran Canaria, que es también jurista, no se arriesga a afirmar si en el caso hay indicios de criminalidad, algo con lo que "hay que ser cuidadosos". En cualquier caso, afirma, el asunto merece "una investigación a fondo".