Pedro Gallego, portavoz de los bomberos del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria, afirma que están prestando los servicios "sin garantías".
Gallego señala que los bomberos atendieron las guardias previstas para la celebración de las fiestas del Pino en Teror siguiendo la orden decretada por el Cabildo de Gran Canaria. Se trata, dice, de "una obligación", pues supuso la movilización de trabajadores que tenían días libres o estaban de vacaciones y que fueron avisados tan solo 48 horas antes. Asegura que trabajaron en "condiciones lamentables", algo a lo que están "acostumbrados".
"El mundo al revés"
Señala que esta política que lleva a cabo el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, es más propia de "otras latitudes". En particular, critica el "mundo al revés" de que políticos llamen "privilegiados" a los trabajadores: "Esta gente que vive de la política como una profesión dan lecciones de moralidad".
Afirma que durante la intervención de este fin de semana en Arinaga se realizó sin un jefe de coordinación: "Fue un desastre absoluto que salió adelante por voluntad de los cabos". Además, incidentes simultáneos en Arucas y La Aldea tuvieron que ser atendidos por bomberos de Las Palmas de Gran Canaria y de Protección Civil, cuerpo este último que "no tiene medios".
Gallego denuncia la "entrevistas-masaje" que Antonio Morales realiza en algunas emisoras de radio "donde se dedica a desacreditarnos".