Arcadio Díaz Tejera: “Los inmigrantes son los más vulnerables entre los vulnerables”

Arcadio Díaz Tejera el pasado noviembre | TVE

Arcadio Díaz Tejera el pasado noviembre | TVE

El magistrado del juzgado de instrucción número 8 de Las Palmas de Gran Canaria y responsable de control del CIE de Gran Canaria comparece en el Senado a propuesta del PP.

El magistrado del juzgado de instrucción número 8 de Las Palmas de Gran Canaria y responsable de control del CIE de Gran Canaria, Arcadio Díaz Tejera, señala que los inmigrantes son “los más vulnerables entre los vulnerables”. Esa es la idea que quiso  transmitir en su reciente comparecencia en el Senado para opinar sobre las reformas legislativas a instancias del PP: “Existen los pobres y los olvidados. Los inmigrantes no votan, no están asociados, no se ven a sí mismos como sujetos de derecho, y se conforman con que no los maltraten. Son los más vulnerables entre los vulnerables”.

Sentirse “quebrado”

Asegura que, en política migratoria, lo prioritario es “el factor humano” y no encuadrarla en un problema de seguridad y, menos, de delincuencia: “Hay chorizos en todas partes, pero en el caso de los inmigrantes, la inmensa mayoría son personas no conflictivas”. 

Sobre si su antigua militancia en el PSOE le condiciona sus puntos de vista sobre la política migratoria del Gobierno de Pedro Sánchez, Díaz Tejera recuerda que el defensor del pueblo, que ha sido militante del PSOE durante más de treinta años, ha hecho un informe de 85 páginas “y se puede comprobar que esto no es una conspiración”.

Afirma sentirse “quebrado” más que “frustrado” por la defensa de un trato digno a los inmigrantes: “Más que frustrado con uno u otro grupo [político], me quiebra el alma cuando estoy con ellos y les escucho. La más mínima cosa es una batalla, conseguir ropa, calzado es una batalla permanente”. O el hecho de que esté encerrados “cuando no han cometido ningún hecho delictivo”.

Doble mensaje

A su juicio, la política migratoria que se está imponiendo consiste en enviar un “doble mensaje”. Por un lado, hacia Bruselas, a los que se les dice que “somos buenos chicos y hacemos lo que nos dicen que hagamos e, incluso, más allá”, aunque eso convierta a Canarias en una “cárcel”. Por otro lado, se quiere enviar el mensaje hacia el sur de que aquí la inmigracion es una cuestión de seguridad y que se trata de evitar el efecto llamada: “Todo eso es profundamente falso. El valor prioritario es el humanitario”.