Ana Garrido, denunciante de Gürtel, considera la sentencia “justa” pero “tardía”

La funcionaria del Ayuntamiento de Boadilla (Madrid) afirma que el caso le ha "truncado" la vida. "Me ha parecido una sentencia justa para la mayoría de los condenados", afirma, aunque le parece injusta "su lentitud". Aún así, tiene  "reticencias" sobre si se ejecutará la sentencia en su totalidad: "Veremos qué sucede con los indultos o las rebajas por buena conducta". No obstante, recuerda que están hablando de la primera pieza del caso Gürtel, "todavía faltan ocho piezas más".

Garrido presentó la denuncia en 2009. Antes, desde el año 2007, habían escrito a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, denunciando la "presión brutal a los funcionarios para otorgar concesiones a determinados empresarios". Asegura que Aguirre "no hizo absolutamente nada" y a partir de ahí comenzó a investigar "y vi que no era un caso solo de Boadilla. Comenzó a salir el nombre de Bárcenas y de algunos ministros y lo llevé a unos periodistas de investigación". No sabía que el juez Baltasar Garzón ya había abierto una pieza de investigación.

"Me lo tuve que pensar mucho y no fue una decisión fácil", recuerda. Afirma que ha sufrido "represalias" en el Ayuntamiento hasta el punto de abandonar el puesto de trabajo. Denuncia que "a todos los partidos se les llena la boca con medidas ante corrupción, pero lo cierto es que los denunciantes tenemos que seguir arriesgando nuestra vida. Los partidos no están haciendo nada para protegernos".