➤ «Hemos firmado un convenio por 35 millones para construir vivienda pública en tres zonas del municipio» ➤ «Todavía hay vecinos viviendo en cuarterías: no lo vamos a tolerar más» ➤ «Una tasa turística en espacios protegidos nos permitirá conservar la naturaleza con más recursos» ➤ «Vamos hacia un cambio político profundo que puede dar a Canarias más fuerza en Madrid»
El primer teniente de alcalde de San Bartolomé de Tirajana, Alejandro Marichal, repasa los principales logros y retos del actual mandato, con especial atención a la política de vivienda pública y a la gestión del impacto turístico en el entorno natural del municipio.
Vivienda pública: una inversión sin precedentes
«La vivienda fue una prioridad desde el primer minuto», asegura Alejandro Marichal al repasar el inicio de la legislatura. El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana ha firmado un convenio con la empresa pública Visocan para desarrollar un ambicioso plan de construcción de viviendas sociales por valor de 35 millones de euros. «Eso son más de 6.000 millones de pesetas», recuerda, reivindicando el esfuerzo económico como una apuesta política clara.
El plan contempla la compra y adaptación de viviendas ya existentes, así como la edificación de nuevas promociones en tres zonas: Castillo del Romeral, El Lomo de Maspalomas y Juan Grande. Las primeras podrían estar listas a final de año y se destinarán a familias vulnerables. «Hay personas que todavía viven en cuarterías. Es inadmisible», denuncia.
Doble modelo de acceso: alquiler y compraventa
El programa contempla tanto el alquiler social como la venta a precios tasados, con el objetivo de llegar a distintos perfiles de población. «Queremos que la clase trabajadora tenga opciones reales de acceso a una vivienda digna», afirma Marichal. Los precios rondarán los 85.000 euros, según el área, y el objetivo es facilitar que los vecinos del municipio puedan asentarse sin depender de un mercado tensionado.
Además, el Ayuntamiento ha iniciado también la rehabilitación de 106 viviendas, lo que mejora el parque público existente y genera empleo en el sector de la construcción local.
Tasa turística en espacios naturales
Marichal se muestra partidario de implantar una tasa turística en espacios protegidos del municipio, como el entorno de las Dunas de Maspalomas. «No se trata de recaudar por recaudar, sino de usar esos fondos para conservar el entorno y controlar los accesos», explica. La masificación, los comportamientos irrespetuosos y el deterioro ambiental justifican, según el edil, una medida que ha generado consenso en el grupo de gobierno.
Para él, esa tasa permitiría instalar más vigilancia, limitar los daños a la flora y fauna, y garantizar que la experiencia turística sea compatible con la sostenibilidad. «No puede ser que quien quiere hacerse una foto acabe arrasando una reserva natural», añade.
Alquiler vacacional y convivencia vecinal
Frente a la creciente polémica por la expansión del alquiler vacacional en Canarias, Marichal defiende que en San Bartolomé de Tirajana la situación está bajo control. «Más del 90 % de esta oferta está en zonas netamente turísticas, no genera conflictos con los residentes», asegura. Aun así, afirma que el Ayuntamiento trabaja en la liberación de suelo para vivienda y en medidas de urbanismo que garanticen el equilibrio entre modelos.
Reconoce que los hoteles generan más empleo, pero también cree que la economía colaborativa tiene espacio si se regula bien: «Los visitantes que se alojan en viviendas vacacionales también consumen en el entorno. El problema es que no se disparen sin control».
«Esta legislatura ha sido un punto de inflexión»
Con dos años cumplidos en el actual mandato, Marichal hace un balance positivo. Cree que se ha iniciado un cambio profundo en el modelo de municipio, que pone en el centro tanto al residente como al turista. «No podemos seguir ignorando las necesidades de quienes levantan este municipio cada día», apunta.
En el plano político, valora los movimientos que se están dando en la isla, con partidos independientes que podrían acercarse a Coalición Canaria para lograr una mayor representación en Madrid. «Si tuviéramos cuatro o cinco diputados canarios que no deban obediencia a partidos estatales, podríamos resolver muchos de nuestros problemas en semanas, no en años», sentencia.