El empresario y expresidente de la Confederación Canaria de Empresarios, plantea una reforma profunda del sistema fiscal del Archipiélago.
Agustín Manrique de Lara, figura clave del empresariado canario, propone una transformación profunda del Régimen Económico y Fiscal (REF) y, en particular, la supresión del Arbitrio sobre Importaciones y Entregas de Mercancías (AIEM). Lo hace tras su comparecencia ante la Comisión de Estudio del REF en el Parlamento de Canarias, donde lanzó un mensaje claro: «El AIEM penaliza directamente a las personas porque encarece la cesta de la compra y afecta a insumos necesarios para la industria y el turismo».
El empresario defiende que este impuesto, que solo existe en Canarias, grava productos que vienen de la Unión Europea y que, lejos de fomentar el desarrollo industrial, ha contribuido a mantener estructuras ineficientes. «Somos la única región europea que impone aranceles internos a productos comunitarios, y eso es una anomalía», recalca.
El «fracaso» de una herramienta «ineficaz»
Manrique de Lara analiza con datos la evolución del sector industrial canario desde que se implantó el AIEM en 2002 y concluye que la medida ha fracasado: «La industria representa hoy apenas un 2,5 % del PIB, incluyendo agua y energía. No solo no hemos crecido, sino que estamos estancados mientras otras comunidades —como el País Vasco, Galicia o Málaga— avanzan hacia una industria más digital, limpia y centrada en las personas».
Por ello, propone repensar los incentivos desde una lógica moderna que potencie la competitividad, la formación y la innovación, en lugar de seguir aplicando mecanismos proteccionistas que no han generado resultados sostenibles. «Canarias necesita una industria fuerte, con empleo cualificado y estructuras adaptadas a los tiempos. El AIEM no ha sido el camino», sentencia.
Formación, la otra gran asignatura pendiente
La reflexión de Manrique de Lara no se limita al terreno fiscal. Pone el foco también en la necesidad urgente de mejorar la formación de la población activa: «Sin perfiles profesionales adecuados no podemos evolucionar hacia ningún sector económico avanzado». A su juicio, el desfase entre la cualificación de los trabajadores canarios y las necesidades reales del mercado es uno de los principales frenos al desarrollo.
Considera fundamental que la formación irrumpa con intensidad en el ecosistema laboral canario y sirva para cohesionar sectores como la industria o los servicios avanzados. «No es solo una cuestión de empleo, sino de modelo de sociedad», afirma.
Agricultura: una lógica distinta
A diferencia del AIEM, el expresidente de la Confederación Canaria de Empresarios defiende el mantenimiento de las ayudas a la agricultura. «La protección al plátano y a otros cultivos no puede entenderse en términos exclusivamente económicos», señala. La agricultura, subraya, «sostiene el paisaje, las tradiciones, la cohesión social y es esencial para nuestra identidad y para el sector turístico».
Menos impuestos y más libertad económica
En su intervención ante el Parlamento y en sus declaraciones posteriores, Manrique de Lara insiste en una visión liberal de la economía canaria. Propone acompañar la supresión del AIEM con una reducción del impuesto de sociedades y del IRPF, de forma que se libere capacidad de consumo y se incentive la inversión. Y aunque reconoce que su propuesta no encuentra eco en los partidos políticos, cree que es el momento de asumir una reforma estructural que responda a las verdaderas necesidades de la sociedad canaria.