Acosan a una guardia civil por pedir protección para una víctima

Hablamos con Luisa María Flores, guardia civil que lleva más de un mes de baja forzada por negarse a rebajar el nivel de riesgo de una víctima de malos tratos.

Flores lleva un año de baja laboral forzosa por estrés, una baja que ella no ha pedido y que supone una negación "de mi derecho al trabajo". La agente ha llegado a pedir un informe médico que certifica que está "en plenas facultades para trabajar". Esta situación se produjo a raíz de la tramitación de una denuncia por malo tratos formulada por una mujer contra su pareja en la localidad gaditana de Chipiona. En el test de riesgo homologado que le realizó Flores se determinó que su riesgo era extremo, lo cual supone que una patrulla de la Guardia Civil ha de protegerla las veinticuatro horas del día.

La agente informó de esta necesidad a su superior y éste al capitán correspondiente, que le pidió que bajara el riesgo a la víctima "porque no tienen efectivos". Flores le contestó que no podía hacer tal cosa e invitó al capitán a hacerlo él mismo y asumir "la responsabilidad y todas las consecuencias".

A raíz de ahí, la agente comenzó a sufrir distintos tipos de acoso por parte de sus superiores. Cuando anunció que elevaría una queja, el capitán le pidió que le entregara el arma y la mandó al psicólogo, que decretó la baja por estrés. "Se han cebado conmigo por hacer bien mi trabajo", denuncia, al tiempo que recuerda que "al capitán no le han hecho absolutamente nada". Afirma que la Guardia Civil "es un cuerpo honorable como para permitir estas atrocidades"