«La verdad según la avariciosa costumbre»

Francisco J. Chavanel

La coherencia y la integridad de Canarias7

Un estupendo abogado bien conocido por Juan Francisco García González -accionista de referencia de Canarias7 y de Videoreport- y por mí, suele decir que la Justicia es una cuestión de perspectivas. Con la verdad pasa lo mismo: todos tenemos la nuestra, su relatividad depende de la posición que tengamos ante determinadas realidades. Por eso me sorprende que Canarias7 en su editorial de ayer, respuesta a mi artículo del pasado lunes (“Felices los cuatro”), hable de una verdad absoluta, una verdad indubitable, auténtica e inamovible, como si fuera un acto de fe en la que es necesario creer ciegamente. Para titular un editorial con un “Frente a la campaña político-mediática, la verdad” hay que tenerlos, como mínimo, cuadrados. En esencia, porque no hay campaña ni política ni mediática. Una campaña es la que le dedicó el periódico La Provincia a José Miguel Bravo de Laguna, 27 días consecutivos en portada por no plegarse en el BIC del Oasis a las tesis de Riu. Y una campaña es la que viene protagonizando Canarias7 desde hace dos años y medio para lograr ganar un concurso de 144 millones de euros por la vía del auto-regalo.

Para ello ha masacrado justamente cualquier parecido a la verdad. Ha utilizado a todos sus articulistas dominicales para que disparasen en la misma dirección: contra el Gobierno; ha utilizado incluso a directivos de la televisión travestidos de periodistas y viceversa; ha utilizado la difamación, la amenaza y la coacción…, y al final ha logrado que una clase política sumisa y sin sentido de la responsabilidad se plieguen a esta estrategia del miedo, y que el Ejecutivo, garante de lo público, les plante cara. La “campaña” del Gobierno es la de aguantar casi siempre en silencio un ataque reaccionario e histérico de un lobby cuyo periódico vende muy pocos ejemplares y que corre un serio peligro de supervivencia. Pasar de vender 42.000 ejemplares diarios en el año 2000 a menos de 5.000 diarios en 2017 supone una auténtica y contrastada devaluación. El negocio de la fragmentada familia García ya no es el periódico, es sencillamente la televisión. Si hay televisión habrá periódico con el que presionar y someter a la clase política; si no hay televisión el juego se termina. Es tan sencillo como eso.

¿En qué momento perdió su sentido de la coherencia Canarias7, en qué instante perdió cualquier conexión honesta con el periodismo y con su sentido ético por contarnos cualquier aproximación a la verdad? ¿Cuando hizo de Soria un portentoso héroe local, o cuando lo combatió a sangre y fuego una vez que el ex presidente del PP decidiera huir del abrasivo personaje que gobierna Canarias7 y Videoreport, criticara la televisión públicamente privatizada, el asalto al dinero de todos, incluso la actuación de García al frente de la antigua Caja de Ahorros? ¿Cuántos whatsapp existen que confirman tan tórrida relación?… ¿Pudo ser cuando se metió en cama redonda con Mauricio, cuando este fue nombrado consejero de Economía y Hacienda, y el político prometió magros beneficios en el gas o en la fracasada Gran Marina?… Mauricio, sí, tan sólo cuatro años después de que este “ejecutase” a García en la dirección de La Caja, lo “decapitase” en la plaza pública en compañía de Julio Bonis, un sector del PSOE, un sector del PP, Javier Moll y, por supuesto, Ican, el principio y embrión de Nueva Canarias.

Esos juegos malabares de ahora con Román Rodríguez, ejemplo de político ambiguo y pluscuamperfecto – con una mano defiende el interés público, y con la otra se pone a las órdenes de una empresa privada para secuestrar los recursos de todos-, presidente del Gobierno en aquel duro instante del golpe a La Caja, al cual se acudió solicitándole ayuda –a través de Enrique Bethencourt- para ni siquiera dar una respuesta, refugiándose en la cobardía y demostrando que estaba en la película como Paco Santiago, Froilán Rodríguez y Carmelo Ramírez. Eso sí: cuando Román vio que Mauricio flojeaba dio un paso adelante y convenció a Ramírez para que, al menos, García cobrase su despido pactado, una cantidad casi inocua: en total casi 700 millones de pesetas de 2003. Hay acontecimientos que describen con certeza el tuétano de unas relaciones. Esta es una clave indispensable.
 

De repente, Santi Negrín

El problema es Clavijo, está escrito, que no entiende ciertos lenguajes que tan extraordinariamente entiende perfectamente el “asesor” de la publicación, Paulino Rivero. Se comprende que el hombre de Clavijo en la televisión debiera ser Santi Negrín, el actual director. Dice Canarias7: “Otros son los que deben explicar quién apadrinó y quién dirige a Negrín”. Parece mentira que no lo sepan. Yo estaba delante cuando Clavijo le comentó a García que el director iba a ser Negrín. Y no rechistó. Le pareció bien. Y si no le pareció bien no dijo nada. Solamente hizo objeciones contra Juan Santana que, luego, derivaron en batalla campal y en querellas sobre la libertad de expresión.

Canarias7 fue informado desde el principio. Sabían que Negrín se reunió con Soria, con Clavijo, y con Hernández Spínola por separado, logrando sus apoyos. ¿Alguien puede dudar de las facultades de Negrín para las relaciones públicas? Antona dio su respaldo a Negrín, como lo hizo todo el Parlamento, incluyendo Román Rodríguez y el periódico de García. Repásense los ejemplares de esa época de Canarias7: pelotilleo constante a Negrín. Consecuencias: el programa “Directo a las 7” para Videoreport. Por la jeta. Una pasta añadida a los 18 millones anuales. Sin que Negrín, fiel a su costumbre, informase al Consejo Rector como era su obligación. Pero entonces Canarias7, favorecido por una entrada extra de dinero, calló a beneficio de inventario. La costumbre de la avaricia. Y, bueno, sí, claro, Negrín venía al amparo de Pomares y Lourdes Santana, y de la Ser, como Willy García, qué casualidad.

 

Ahora, después de dos largos años, Canarias7 “descubre” que Negrín no informa al Consejo Rector del concurso de la televisión puesto en marcha por él hace un mes, y se escandaliza. Además, la publicación sostiene que Negrín no tiene competencias, pues son del Consejo Rector, por lo que el concurso es ilegal… Bien. Puede ser. Yo también tengo mis dudas. No tengo dudas de que tanto NC como PP, como una parte del PSOE perdedora en las últimas elecciones internas, habían hecho suyas las tesis de Canarias7. Exactamente con las mismas palabras y con idénticos argumentos, con lo que cabe colegir que todos tienen el mismo informe de parte… Pero tengo dudas por lo efectuado por Negrín, aún asumiendo la responsabilidad del Gobierno para convocar el concurso y así evitar que la televisión vaya a negro el 1 de agosto de 2018. Y que 230 trabajadores terminen en la calle.

(Por cierto, las últimas dos prórrogas fueron concedidas graciosamente por el “malísimo” Clavijo que, en un ataque de buen rollito, decidió confiar en quienes han intentado en toda la legislatura echarlo del Gobierno con todo tipo de conspiraciones).

Necesariamente hay que preguntarse lo siguiente. Si existe una discusión legal, ¿a qué esperan para acudir a los tribunales?… De momento lo que tenemos es un informe solicitado por Negrín al abogado Martín Orozco y, probablemente, otro encargado por Videoreport/Canarias7 a su gabinete jurídico de confianza. ¿No sería lo lógico acudir a lo Contencioso para dirimir la batalla?

Pues resulta que no si lo que tienes en la cabeza es cargarte a Negrín en el Parlamento, auxiliado por las tropas políticas a las que das cobijo, y después de cargártelo poner en su lugar a alguien de tu confianza, alguien al que puedas dirigir y tutelar, y así auto-otorgarte el deseadísimo anillo de Frodo… Mi tesoro, mi tesoro…

Pero la matemática, como ya expliqué la pasada semana, lo impide. Alguien ha engañado con los números a García. Echar a Negrín supone 36 votos. Después de lo ocurrido ayer en el PSOE el PP no es un amigo para tomarse unas copas: la política socialista variará para volver a ser el partido responsable que siempre fue y, desde ahí, intentar recuperar la confianza del electorado. Y lo que es seguro del todo: no podrán echar a Negrín como consejero de CC en el Consejo Rector –se necesitan 40 votos- y eso significa que siempre estará en contra de María Lorenzo y Alberto Padrón, en el supuesto de que pacten. Con un voto en contra no se puede ni ampliar el consejo ni cambiar el concurso en marcha. Los números no cuadran.

Bien, volvemos al laberinto jurídico. Vamos allá, pues. Se trata de presentar un contencioso contra el Gobierno y pedir la paralización del concurso. Y, después, aguardar a que la Sala entre en el fondo de la cuestión. ¿Cuánto tiempo pasará? ¿Un año, dos?… Y si la Sala le diera la razón a Videoreport todo volvería al principio, es decir, al concurso, siempre y cuando el Gobierno no llegase a la conclusión de que es mejor que la televisión siga en negro y olvidarse de ella durante una temporada.

El público debe saber que las competencias de la televisión autonómica las tiene el Parlamento y no el Gobierno. Las reglas las cambió Paulino Rivero unos semanas antes de su forzada retirada. Fue, evidentemente, un “regalo envenenado” para Clavijo. Tanto el Parlamento como Canarias7 sabían exactamente la calidad del trabajo de Negrín en diciembre de 2015, cuando dimitieron dos miembros del Consejo Rector (Marian Álvarez y María José Bravo). Las dos se despidieron con sendas cartas donde denunciaban con suma concreción las múltiples arbitrariedades de Negrín. En ese momento no leí en Canarias7 un solo artículo denunciando la situación anómala de dicho consejo. El periódico que se alía con la verdad mientras sus lectores huyen hacia otras “verdades” volvió a callar mientras hacía el egipcio. Y lo mismo podemos decir de esa clase política que ahora pide cabezas. Calló Román, calló el PP, calló el PSOE, calló Podemos. Curiosamente únicamente hemos escuchados sus desgarradas voces cuando el concurso de Canarias7 corre peligro… Digo yo que corre peligro porque serán conscientes de cómo ganaron el que ahora usufructan con tanta obsesión compulsiva y pensarán que les van hacer lo mismo.

Esta manera cínica de comportarse, enfundándose en el victimismo o en el matonismo, según les convenga, no oculta la verdad verdadera. Negrín tuvo que haber sido cambiado por el Parlamento hace de esto muchos meses, de la misma forma que tuvo que ser ampliado a cinco miembros el Consejo Rector. Pero tanto sus Señorías como Canarias7 estaban en otros menesteres. Ni Canarias7 había tocado a rebato, ya que seguía disfrutando de los privilegios que le otorgaba la concesión de Paulino Rivero, luego prolongadas en menor medida por Clavijo, ni los parlamentarios estaban lo suficientemente avisados.

Entre nosotros: no tenían la orden de atacar por parte de Videoreport/Canarias7… Eso es lo que parece para desgracia de los ciudadanos. Ahora es un gusto verlos llorar sobre la leche derramada.
 

Había pacto hace seis meses

Los miembros del consejo de administración de Inforcasa (empresa madre de Canarias7) tienen conocimiento desde el mes de marzo de que el Gobierno de Clavijo no le iba a ser hostil en el presente concurso. García se lo comunicó a todos sus componentes. Como una victoria de su visión “diplomática”. Clavijo, que es un pistolero peculiar pues siempre dispara el último, le propuso a García que se presentase al concurso con una empresa en la que hubiera más tejido empresarial canario. El problema en concreto era la empresa Vértice 360, más tarde reconvertida en 360, abocada a la Concursal, ahogada por abundantes deudas. Los nuevos propietarios tenían toda la pinta de ser un fondo de inversiones sin patria conocida. García se puso a la obra. Habló con tres empresarios canarios prometiéndoles una vida feliz al lado del Gobierno. Todos los empresarios se lo pensaron, ya que no querían enfrentarse a La Provincia. Pero se lo guardaron para ellos. Al final pasó lo siguiente: nada, absolutamente nada, después de aquel ofrecimiento, no hubo más reuniones, no hubo más interés de García por cumplir lo prometido.

En junio de este año García ya se preparaba para la guerra definitiva. Sin disimular su alegría por el fracaso de las negociaciones entre CC y PP, se atrajo a Asier Antona hacia su causa y desde ahí pensó que podía controlar sin problemas el Parlamento que a su vez controla al Consejo Rector y a Negrín.

Algo falló. La verdad, seguramente.

En cuanto a las “compensaciones”. ¿No estaremos hablando en serio de esto? ¿Hay alguien en el planeta Archipiélago canario que pueda competir en cuanto a avaricia con Videoreport y su dueño?

Insisto: el modelo ha fracasado. La exuberante cantidad en juego, y su maniobrabilidad para disputarle ganancias a lo público, invita a los ganadores de la parte privada a actuar como tremendas palancas de presión contra los intereses generales. Da igual que la empresa tenga contenido económico canario o no (García tiene solo un 34% en Videoreport; el resto no tiene nada que ver con Canarias); el comportamiento es salvaje en cualquier caso. El Gobierno debiera reflexionar una solución que nos aleje de este mar de avaricia y de este espectáculo pornográfico.