El concejal expulsado por Nueva Canarias en Agaete, Javier Gil, nos da su versión de lo sucedido y agradece el gesto de su compañero Carlos Álamo.
El exconcejal de Cultura y Sector Primario del Ayuntamiento de Agaete por Alternativa por Agaete – Nueva Canarias (ALPA-NC) Frente Amplio ha adjudicado su expulsión de la formación y de las competencias municipales al secretario de Organización de NC Carmelo Ramírez, en una “clara conspiración contra Agaete” dadas las malas relaciones entre este, la segunda teniente alcalde, concejala de Presidencia Solidaridad y Relaciones Institucionales del ayuntamiento por ALPA-NC y consejera de Área de Política Territorial del Cabildo de Gran Canaria, Inés Miranda y él mismo.
“Tú no hagas nada, mira y déjame actuar” fueron las instrucciones que, según Gil en primicia para El Espejo Canario, recibió por parte de Miranda nada más acceder a su cargo de concejal, lo que explica “el control férreo” del que ha sido objeto desde el principio y que no le ha permitido desarrollar su labor con libertad.
Con estos métodos, “están haciendo buenos a los anteriores cuando teníamos la oportunidad de provocar cambios”, señaló Javier Gil, en alusión a los “veinte años de gobierno del Partido Popular” en el municipio, lamentando que sea una práctica de la izquierda cuya división “no tiene solución como siga por este camino”.
Su posicionamiento frente a la matanza de cabras emprendida por el Cabildo de Gran Canaria el pasado año o la ampliación del muelle agaetense, “que había expuesto públicamente antes de llegar a la concejalía y que todo el mundo conocía” son, para Gil, algunas de las razones por las que se le abrió el expediente disciplinario que ha culminado con su expulsión del partido y el cese de sus funciones en el gobierno municipal.
El ahora concejal no adscrito del Consistorio alabó asimismo la “ética, inédita en la política nacional” de su compañero de filas y responsable del área de Empleo en la Villa, Carlos Álamo, quien ayer lunes renunció a sus cargos en solidaridad con Gil.