Miguel Montero, consejero de Podemos en el Cabildo de Gran Canaria, afirma que el Cabildo "compra títulos para venderlos en la prensa".
Montero afirma que el consejero de Deportes del Cabildo, Ángel Víctor Torres, "se contradice cuando lo pillan en las mentiras". Señala que lo sucedido es que el Cabildo ha registrado un nombre, lo ha usado "como si fuera un galardón", se ha trae a "un italiano" de una asociación privada que registró el nombre "para decir que Gran Canaria lo está haciendo muy bien". Se trata, dice, de "publicidad y propaganda", algo en lo que, asegura, Torres y el presidente del Cabildo, Antonio Morales, "son verdaderos maestros", como lo demuestra el que hayan subido un 54% la publicidad y propaganda de Presidencia, "hasta los 800.000 euros". Montero afirma que "cuando rascas un poco, no hay nada".
La situación se complica, dice, "cuando pides la información y tardan meses en entregarla". Así "es imposible hacer una labor de oposición y de control".
Campo de golf de Bandama
Sobre la pérdida de documentos en el expediente del Club de Golf de Bandama, Montero considera que es algo "habitual en el Cabildo" donde "los expedientes, sobre todo en Deportes, no están ordenados". Asegura que el Cabildo tiene la obligación de custodiarlo "o investigar quien lo ha retirado o a lo mejor nunca existió". Señala que "son muchos años de tomarle el pelo a la gente", en este caso permitiendo que "en suelo público, lindando con un espacio protegido, haya gente jugando al golf gratis total y haciendo construcciones y sacándole réditos a esas construcciones". Señala que la pérdida de documentos "se tiene que investigar de forma interna, porque no mucha gente tiene acceso a esos archivos".
Para Podemos, si se quiere ser respetuoso con la libre competencia, "debe abrirse el campo a una concesión para que lo llevase gente que supieses". Pero sucede que Torres y Morales "son muy temerosos de tocar a determinados sectores y funcionarios del Cabildo". A este respecto, recuerda que hay un expediente abierto a un abogado "del que no hemos vuelto a saber nada", un abogado que "compatibilizaba su despacho privado con el trabajo en el Cabildo".