Amaya Conde, consejera de Museos del Cabildo de Tenerife, afirma que el nombre actual ni es inclusivo ni "ha calado".
"El problema es que el nombre no es inclusivo", afirma Conde, que considera que la cuestión de que el nombre no haya calado es secundario. Afirma que hay mucha dificultad para dicho cambio, ya que el museo no habla de toda la humanidad, sino del mundo aborigen: "Parece fácil, pero después surgen complicaciones".
Recuerda que, para dicho cambio, se formó una mesa técnica, que decidió que, ante la dificultad para tomar la decisión, se recurriera a empresas privadas y pedirles que se presentaran a un concurso, en un número máximo de cinco empresas: "Una vez escuchadas sus aportaciones elegiremos una".
Conde afirma que el Museo nunca han generado tanta expectación como este debate: "Cuando se tocan temas de igualdad se generan críticas violentas en contra. No he recibido críticas más fuertes de un medio de comunicación que por este tema". Esto viene a demostrar que todavía "un grupo pequeño, pero importante de gente reaccionaria que se resiste con uñas y dientes. No estamos en un país igualitario, todavía tenemos que luchar por la igualdad, y los símbolos, como el nombre de un museo, son importantes".