María Jesús Díaz Veiga, abogada de la sargento de la Guardia Civil, achaca este proceso a una una estrategia de acoso "bastante bien pensada".
La Fiscalía del Juzgado de Instrucción número 3 de Arrecife de Lanzarote ha solicitado para la sargento jefe del Seprona en Lanzarote, Gloria Moreno, una pena de cuatro años de prisión e inhabilitación especial para empleo o cargo público durante tres años por un presunto delito de falsedad en documento oficial.
"Interpreto esto en la escalada de acoso", afirma la abogada, que recuerda que este proceso nace de la denuncia de un compañero de la sargento porque ésta puso en conocimiento de sus superiores un chivatazo que presuntamente este agente había hecho a cazadores furtivos de pardelas en Alegranza. "En cumplimiento de su deber lo comunicó a sus superiores", afirma Díaz Veiga, pero sus superiores abren una investigación "meramente formal" sin investigar las llamadas del chivatazo o llamar a declarar al guardia civil. La investigación se cierra y la envían al juzgado, "que tampoco investiga y la archiva".
Es entonces cuando el guardia acusado del chivatazo le formula una denuncia a Gloria Moreno, porque ella deja por escrito, a instancias de su superior, "el nombre del testigo, y todo lo que conoce", y ese es el documento que sirve de base para iniciar este proceso. Se trata, dice la abogada, de una estrategia "bastante bien pensada".