SATSE alerta de un repunte de agresiones a sanitarios en Canarias

Hospital Universitario de Canarias | Foto: HUC

Hospital Universitario de Canarias | Foto: HUC

El secretario provincial del Sindicato de Enfermería, Alejandro Gordillo, subraya que las agresiones —544 registradas por el SCS en 2024— crecen un 27%

La escalada de ataques contra el personal sanitario en Canarias vuelve a encender las alarmas. El secretario provincial del Sindicato de Enfermería (SATSE), Alejandro Gordillo, subraya que las agresiones —544 registradas por el SCS en 2024— crecen un 27% y golpean sobre todo a la enfermería, «la primera línea» de unos servicios tensados por esperas, plantillas cortas y seguridad intermitente. Reclama un Observatorio de Agresiones, refuerzos de personal y medidas preventivas «reales y evaluables». 

Gordillo describe un patrón que se repite: los servicios de urgencias hospitalarias y de atención primaria —incluidos los puntos de atención continuada— concentran la mayor presión. Las demoras prolongadas y la frustración derivada de ellas desembocan en insultos, amenazas y, en no pocos casos, agresiones físicas. «Somos los que estamos en la entrada de urgencias todo el día con los pacientes», remarca, y añade que no todos los espacios disponen de vigilancia «24 horas». 

El triaje lo hace enfermería… y rara vez se cumplen los tiempos

El secretario de SATSE recuerda que es la enfermería quien realiza el triaje y fija prioridades, pero admite que «las horas de espera que dicen los protocolos rara vez se cumplen». Pone como ejemplo casos denunciados en el HUC, con pacientes que llegaron a aguardar «casi 24 horas» para ser valorados por un facultativo. Reconoce una mejora puntual —ya no se retiene a pacientes en ambulancias—, pero insiste en que «la situación sigue siendo insostenible». 

El “iceberg” de las agresiones no denunciadas

SATSE advierte de una bolsa de infradenuncia: muchos profesionales no formalizan el parte por la «engorrosidad» del protocolo y por empatía con usuarios que llevan horas esperando. «Todos los días en cualquier hospital o centro de primaria hay algún insulto o amenaza y eso es agresión», sostiene. Esa bolsa oculta amplifica la gravedad de unos datos que ya son muy altos en el registro oficial. 

Gordillo relaciona la conflictividad con la insuficiencia de recursos. Frente a la referencia de la OMS —8,1 enfermeras/os por 1.000 habitantes—, Canarias ronda los 5,1, incluso tras los refuerzos de la pandemia. «Si no hay personal suficiente para atender, hay más esperas», resume. SATSE liga esa carencia con la dificultad para atraer y retener profesionales. 

Fuga de talento y desánimo

Las condiciones de contratación y la percepción de falta de respeto institucional empujan a parte de las nuevas promociones a buscar oportunidades fuera. «Hemos pasado de aplaudidos a agredidos», lamenta Gordillo, que, aun así, recuerda que la enfermería sigue siendo «de lo mejor valorado por la ciudadanía». El problema, insiste, es que la Administración «se ha olvidado de nosotros». 

Observatorio, prevención y protección efectiva

SATSE pide a la Consejería de Sanidad una rectificación pública de la idea de que «las agresiones son inevitables» y, sobre todo, un plan integral: un Observatorio de Agresiones que identifique patrones por centros y servicios; protocolos ágiles y acompañamiento jurídico y psicológico a las víctimas; presencia de seguridad 24/7 donde haga falta; campañas de sensibilización; y refuerzos de plantilla que reduzcan esperas y tensión en los circuitos asistenciales. «Ir a trabajar pensando que en cualquier momento puedes ser agredido resulta devastador», alerta.