➤ «Europa se ha desdibujado, dejan que unas políticas comunes se conviertan en políticas de Estado» ➤ «Si no lo protegemos nosotros mismos, en Marruecos se cultivan tomates por diez veces menos de precio» ➤ «Al consumidor le llega tres veces más el precio que lo que cobra el agricultor»
Narvay Quintero, consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria del Gobierno de Canarias, afirma que el viraje que se debate en Bruselas —pasar de una política agraria común a estrategias nacionales— «es muy grave» porque «Europa se ha desdibujado» y las decisiones dejan de ser comunitarias para convertirse en «políticas de Estado», con impactos directos en territorios ultraperiféricos como Canarias. Advierte de que, sin protección efectiva, el sector primario europeo «se pone en grave riesgo» y con él la soberanía alimentaria.
Quintero explica que el cambio en discusión trasladaría a cada Estado miembro el reparto de compensaciones, diluyendo el principio de política común: «Para mí dejan de ser unas políticas comunes de la Unión para ser unas políticas de Estado, que son completamente diferentes». Señala que la decisión se prevé para el final de 2027, de cara al marco 2028-2032, y reclama una posición conjunta de las regiones ultraperiféricas para blindar un trato específico. «Es importantísimo que en la RUP trabajemos para intentar que en ese decreto ómnibus podamos tener un encaje específico», afirma.
El consejero confirma contactos recientes con Madeira y la próxima coordinación con las regiones francesas para «llevar una posición común» a Bruselas. «Ya tenemos en Bruselas una concentración de la RUP» en noviembre, dice, y sostiene que el objetivo es «redefinir» un marco «especial y específico» para estos territorios, de modo que no «se nos iguale» al resto del continente y se pierda «la singularidad que tenemos».
Competencia desleal y costes asimétricos
El consejero pone ejemplos de desventaja comparada frente a terceros países: «En Marruecos se cultivan tomates por diez veces menos de precio, allí se paga un sueldo cinco veces menor» y, además, «se puede utilizar productos que aquí han prohibido». Recuerda también que las exigencias europeas en bienestar animal han retirado jaulas que hoy se usan fuera para producir huevos que luego vuelven al mercado comunitario: «Nos venden los huevos a nosotros». Por eso insiste en mecanismos de protección y control de importaciones para evitar que el productor europeo compita a pérdidas.
Quintero liga la discusión con la seguridad estratégica: «Si Europa no protege a su sector pone en riesgo la soberanía alimentaria». Denuncia la «hipocresía» de recomendar a la ciudadanía reservas de emergencia mientras «se está cargando la agricultura» europea: «¿El kit de alimentación lo compramos en Marruecos o en Ecuador?». Sostiene que la resiliencia exige producción propia suficiente y estable en todo el territorio de la Unión, incluidas las islas.
Precios al consumidor y margen de la cadena
El responsable autonómico subraya la distorsión entre lo que percibe el agricultor y lo que paga el comprador final: «Al consumidor le llega tres veces más el precio que lo que cobra el agricultor». Señala que «hay una cadena que no funciona» cuando «alguien que solo tiene durante cuatro días» el producto «saca tres veces más beneficio» que quien ha invertido meses en agua, abonos y mano de obra. Propone reforzar la transparencia y la trazabilidad, y alinear los márgenes para garantizar la viabilidad del campo.
Mercado y hábitos de consumo
Interpelado por la volatilidad de precios —pone como ejemplo el aguacate—, Quintero reconoce que «es la ley de la oferta y la demanda», pero insiste en que la intervención pública debe asegurar, como mínimo, la cobertura de «los costes de producción» para el agricultor. La defensa del poder adquisitivo del consumidor, remarca, es compatible con un reequilibrio de la cadena que evite que «quien produce» sea el eslabón más débil.
Política insular y estabilidad
Aunque centra el foco en el ámbito agroalimentario, el consejero no elude la situación institucional en El Hierro, donde observa «falta de rumbo» en el Cabildo y se muestra dispuesto a «apoyar» medidas «que sean beneficiosas para los herreños» con independencia de quién gobierne. Añade que su formación no está «por la labor» de entrar en una moción de censura y apela a la responsabilidad de los actores locales.