➤ «La demanda eléctrica en Canarias está estancada desde 2005 y ya hay vertidos que hacen ruinosas algunas plantas» ➤ «Chira-Soria solo aportará del orden del 5%: venderlo como solución definitiva es falso» ➤ «Lo que hace el Gobierno de Canarias con el informe energético de 2024 es un ejercicio de opacidad»
El decano del Colegio de Ingenieros Industriales de Canarias, Carlos Medina, traza un diagnóstico severo sobre la política energética y de movilidad en las islas. Sostiene que el sistema eléctrico opera con demanda estancada desde 2005, lo que provoca cortes de producción renovable —los llamados «vertidos»— que ya comprometen la rentabilidad de parte de las plantas fotovoltaicas. «Hemos pasado a una situación en la que tirar energía se ha vuelto habitual; eso altera los ingresos y ya resulta ruinoso para algunas instalaciones», dice.
Demanda estancada y vertidos crecientes
Medina afirma que el pico de demanda se registró en 2008 y que en 2025 es inferior, de modo que «hay más oferta que demanda» y la red, con la capacidad que tiene, «empieza a cortar producción renovable» cuando no puede absorberla. «Red Eléctrica habla de un 6% [de vertidos]; los promotores hablan de un 20%… y yo creo a los promotores», señala, al tiempo que denuncia la ausencia de datos oficiales publicitados con regularidad.
Eólica al límite y restricciones territoriales
Sobre la eólica, advierte de rendimientos decrecientes en Gran Canaria y Tenerife por agotamiento de los mejores emplazamientos: «El recurso está colapsado; nos vamos a sitios con menos viento y el rendimiento baja». En Lanzarote y Fuerteventura ve «muy complicado» el desarrollo por la oposición a las instalaciones visibles en islas que «viven del paisaje». «No existen aerogeneradores subterráneos ni la transmisión por wifi de la electricidad», ironiza.
Chira-Soria: pieza útil, pero lejos de la panacea
Frente al discurso institucional que presenta el proyecto hidroeléctrico como solución total, Medina es tajante: «Chira-Soria es parte de la solución, pero no toda. Su contribución va a ser modesta: en el mejor de los casos, del orden del 5%. Incluso a pleno rendimiento en verano seguirá sobrando energía». A su juicio, harán falta «una cantidad ingente de baterías» y «tres o cuatro Chira-Soria más, algo inviable». Cita el precedente de Gorona del Viento (El Hierro): «Se proyectó para un 70% y se quedó en un 50%; aún se quema diésel».
Opacidad y retrasos: el informe de 2024 que no llega
El decano denuncia un «cambio de criterio» en la Dirección General de Energía que ha impedido acceder al informe de 2024 tras recibir los de años anteriores. «Hemos reclamado al Comisionado de Transparencia; lo que hace el Gobierno es un ejercicio de opacidad. Están ocultando un informe que la ciudadanía debe conocer», afirma, y anticipa acciones si no se publica. También critica la trayectoria de Red Eléctrica: «Durante años diluyó la necesidad de nueva potencia y, de repente, en 2021 hicieron falta mil megavatios».
Concursos de potencia: promesas y realidad
Medina sitúa el «concurso largo» como un expediente que «tenía que estar resuelto en junio» y del que «no se sabe nada», salvo la exclusión de la planta del Puerto de Taliarte por falta de avales. Del «concurso corto» admite avances de ejecución, pero subraya el desfase con los anuncios oficiales: «En octubre se cumplirán dos años desde el anuncio del consejero: megavatios instalados, cero». Previene, además, de la conflictividad social y la revisión de proyectos —como en Salinetas— que «alargarán plazos».
«Modo de seguridad reforzado»: más gas, menos riesgo
Sobre la operación del sistema, sostiene que Red Eléctrica «está quemando gas por un tubo» con lo que denomina «modo de seguridad reforzado» —una etiqueta que, dice, «no existe en la normativa»— para no llevar la red «al límite» y reducir riesgos. «Han vuelto las camisas negras —metáfora del fósil— al gimnasio del sistema», apunta.
Pronósticos oficiales: «58% en 2030 es mentira»
Medina desacredita las metas institucionales que prometen penetraciones renovables del 58% en 2030: «Eso no va a ocurrir. Cuando llegue 2030 cambiarán el discurso: fase 1, fase 2… Es fácil decirlo y difícil argumentarlo». Enmarca su crítica en un recordatorio histórico: «Las transiciones energéticas son lentas; siempre llevan décadas y a distintas velocidades».
Movilidad: el tren, costos desbocados y utilidad discutible
El diagnóstico sobre movilidad es igual de crudo: «El tren es una estafa; puede ser una de las mayores de la historia de las islas». Estima que el de Gran Canaria «no costará menos de 5.000 millones» y el de Tenerife «no menos de 7.000», cifras equivalentes «al presupuesto anual de la comunidad». Critica estaciones «megalómanas» y compara con Mallorca, donde «hay tren desde el XIX y la ciudad está colapsada igual en hora punta». Concluye: «El problema de los atascos no se resuelve; como los incendios, se controla, no se extingue».
Reconoce que la gratuidad de la guagua ha reducido parte del uso del coche «más de un 10%», pero recuerda que el transporte público «no es rentable y atiende sobre todo al viajero cautivo». Advierte que, si el tren se implantara, «toda la red de Global se reconfiguraría» y «desaparecerían líneas rentables como Aeropuerto-Las Palmas» para alimentar al ferrocarril, con efectos colaterales en la movilidad cotidiana.